Es cuando menos sorprendente que con este fenómeno...

Es cuando menos sorprendente que con este fenómeno que maneja cifras escandalosas no se meta nadie. Quienes con ligereza y largueza invierten en los club lo podían hacer en otras materias que proporcionaran a la humanidad cuando menos algo alivio de tanta penuria como en el mundo hay. Que conste que los jugadores no tienen la culpa. La insaciable maquinaria de este deporte es una concatenación de intereses que comienza en el multimillonario inversor y todos los medios de difusión que se retro alimentan así mismos. Son legión los periodistas y tertulianos que viven a cuerpo de rey, contando las mas de las veces chorradas. En en lugar de increpar al magnate que paga cifras de escándalo, por una figura o por un club, animan y hacen competencia para que otro pague mas. Y hablan con una soltura de miles de millones de euros, como quien compra una barra de pan. Y lo hacen mayormente para un público que está tieso. Es cosa de locos Jalean estos tertulianos al aficionado que sin llegarle la camisa al cuello, se desplaza en autobús asta lejanos lugares para animar al club de sus amores, el mismo que al día siguiente se queja de que su salario no le llega a fin de mes. LO JALEAN EN LUGAR DE LLAMARLO GILIPOLLAS, aunque seguro que lo piensan. Nadie se mete con el Dios redondo. Ni el Papa. Ni los comunistas. Ni los revolucionarios, se meten con lo que es el máximo del capitalismo. Ni los pobres ni los ricos.
Prendimiento de Antonio Sanchez heredia camino de Sevilla. " Se acabaron los gitanos que andan por el monte solos
Están los viejos cuchillos tiritando bajo el polvo
Se acabaron los viejos revolucionarios, todos están en el fútbol.