GIBRALTAR...

GIBRALTAR
Es una roca con 52 kilómetros de túneles
Peñón de Gibraltar
Que una roca, el Peñón de Gibraltar, tenga 52 kilómetros de túneles, puede parecer sorprendente.
Pero dada la pequeña extensión de Gibraltar (cinco kilómetros de largo y uno de ancho), gran parte de su infraestructura es subterránea.
Durante la Segunda Guerra Mundial llegó a haber una verdadera ciudad bajo tierra con kilómetros y kilómetros de túneles, depósitos de agua y combustibles, generadores de electricidad, servicios telefónicos, carnicerías, panaderías e incluso hospitales.
"Los ingleses se enteraron que había un plan de invasión por los alemanes y Gibraltar siendo tan pequeñito dijeron: aquí no nos podemos quitar del medio cuando empiecen los bombardeos, nos tenemos que meter bajo tierra", explica el historiador Tito Vallejo Smith.
Así, tras evacuar a mujeres, niños y ancianos, empezaron a hacer túneles dentro del peñón para que toda la guarnición militar se protegiera. Según explica Vallejo Smith, todo estaba diseñado "para aguantar nueve meses sin depender de nadie".
Además, buena parte de la tierra que se quitó para excavar los túneles se tiró al mar y se usó para construir la pista de aterrizaje que fue clave para la invasión del norte de África durante la guerra. "Gibraltar se convirtió como en un portaaviones gigante", dice el historiador.
Hoy en día buena parte de los túneles están cerrados, otros siguen siendo de uso exclusivo del ejército británico, mientras que otros se usan con fines civiles como el almacenamiento de agua o combustibles.
"Todo lo tenemos dentro del peñón, el petróleo, la gasolina.. Desde fuera no se ven esas cosas, pero dentro es otro mundo", afirma Vallejo Smith.