Sánchez pierde votos....

Sánchez pierde votos.

«En un giro inesperado, el presidente del Gobierno se ofreció a negociar los Presupuestos con el Partido Popular o Ciudadanos»

José Ramón Iturriaga.

Madrid.

Actualizado:

05/11/2018 07:21h.

Estamos acostumbrados, por no decir cansados, de las idas y venidas del actual Gobierno. Sin embargo, la que se produjo la semana pasada va más allá de una pifia achacable a la precipitación o al cálculo electoral. El hecho de que el presidente, en un golpe de timón totalmente inesperado, se ofreciese durante la semana pasada a negociar los Presupuestos con el Partido Popular o Ciudadanos confirma que el planteamiento económico le está costando votos, muchos votos.

La idea era sencilla. Convertirse en el voto útil de la izquierda comprando todas las exigencias de Podemos, para presentar los presupuestos más sociales desde la crisis. Así, más allá de su aprobación o no, ya tienen el relato montado de cara a las próximas elecciones. Con lo que no contaban los expertos en marketing político de La Moncloa -o lo que han infravalorado del todo- es la zozobra que ha provocado el discurso. Las palabras -anuncios de subidas de impuestos, cotizaciones sociales, etc.- han suscitado una enorme contestación en los distintos estamentos económicos y empresariales, el mejor reflejo de que las heridas de la última crisis están aún abiertas y que las cosas no están para hacer gestos de cara a la galería.

La asociación de ideas es inmediata. Las buenas palabras de Pedro Sánchez se asemejan mucho a las de ZP, y todos tenemos muy presente cómo acabó ese derroche de despropósitos. No está el horno para bollos buenistas.

Y no, la reacción no se ha debido limitar al Banco de España, Airef, autónomos o empresarios: lo deben estar viendo en la intención de voto. La sombra de la crisis es alargada y cualquier cosa que la recuerde provoca un enorme rechazo. Lo peor para el Gobierno es que ahora mismo tiene difícil vuelta atrás. De este caballo no se pueden bajar como si el tema no fuera con ellos, pues podrían volver a la casilla de salida, a los ochenta y cuatro diputados que últimamente habían considerado sólo un mal sueño.

José Ramón Iturriaga.