TRIANA. Luego dice la izquierda, bueno, la izquierda...

Una reforma educativa sectaria y nefasta.

Esta iniciativa del Gobierno sólo será la antesala de la contrarreforma que hará el próximo Gobierno de centro-derecha, cuando llegue al poder.

ABC.

Actualizado:

10/01/2019 00:24h.

Una de las características de los gobiernos socialistas es su obsesión por devaluar el sistema educativo y convertirlo en moneda de cambio con los nacionalismos. Mañana, el Consejo de Ministros aprobará un proyecto de reforma educativa que sigue estas directrices. Basta con que su eslogan sea la derogación de la moderada reforma que aprobó el Gobierno del PP, para que el PSOE dé por bueno cualquier despropósito. La ministra de Educación, Isabel Celáa, está satisfecha con una ley que va a permitir a un alumno recibir el título de Bachillerato con una asignatura suspensa, lo que sólo maquilla la realidad del fracaso escolar y acostumbra al alumno a una relajación que luego no existe en el mundo laboral. También debe estar satisfecha con entregar a las Comunidades la política lingüística de sus sistemas educativos. Si algo favorece la igualdad real de los ciudadanos es compartir la misma lengua. Pero los socialistas parecen más partidarios del Antiguo Régimen empeñados en abonar el localismo, mientras desprecian las nefastas experiencias acreditadas de manipulación de los jóvenes a través de la marginación del castellano. Todo ello contrario al interés nacional, más aún en la actual coyuntura política en Cataluña y la expansión del pancatalanismo, por ejemplo, a Baleares, donde una presidenta socialista lidera la campaña de erradicación del castellano en la función pública. Ni uno solo de esos «barones» socialistas ha alzado la voz para discrepar de una reforma que pone al PSOE al servicio de la dispersión de la ciudadanía común en España.

Esta iniciativa del Gobierno sólo será la antesala de la contrarreforma que hará el próximo Gobierno de centro-derecha, cuando llegue al poder. Entre tanto, la brecha educativa seguirá aumentando y no la taparán los tópicos de la izquierda contra la enseñanza concertada o la separación de aulas por sexos.

TRIANA. Luego dice la izquierda, bueno, la izquierda no dice nada. Así que otorgarán el título de Bachiller con una asignatura suspensa. Habrá mil comentarios. Yo solo diré que es una aberración política más y que incita a no estudiar una asignatura, dejarla en el cajón, vamos, como si ya la tuviera aprobada sin haber hecho un examen. ¡Jesús, Jesús!
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Así es, así es, esta izquierda que es capaz de hacer cualquier cosa por darle "gusto" a sus socios nacionalistas y todo por seguir gobernando al precio que sea.