A LAS ÁNIMAS TOCAN, Historias de miedo

A LAS ÁNIMAS TOCAN

Hay un pueblo en salamanca donde una vieja costumbre, hace que por las noches alguien salga con una esquila a tocar las “ánimas benditas “sin que falte ni una sola noche, llueva, truene, o caigan chuzos de punta.

En aquellos años, salía una madre con su hija, recorriendo todas las calles y tocando las ánimas, pero una noche, la madre estaba enferma y no podía salir, así que la hija salió sola.

Solo había recorrido dos calles, cuando vio delante de ella un señor cubierto con una capa Salmantina. Aunque la joven siguió su camino este la retuvo por el brazo, obligándola a pararse,

Quiso forzarla, y como la joven se resistió, sacó un cuchillo que llevaba escondido debajo de la capa y comenzó a apuñalarla, tantas veces que perdió la cuenta.

La campanilla cayó al suelo, y sin saber cómo, seguía repicando sin que nadie la tocara, pero como los vecinos estaban acostumbrados a oírla, nadie acudió en su auxilio, y el asesino salió huyendo.

A la salida del pueblo, notó que algo, o alguien tiraba de su capa, y por mucho que lo intentó no pudo soltarse, al mismo tiempo que escuchaba voces que le decían, ¡Pagarás por tu crimen!.

A la mañana siguiente, un vecino del pueblo que salió para ir a la dehesa a buscar leña, lo encontró liado entre unas zarzas y todo lleno de sangre. Estaba muy asustado, y así declaró que había matado a la joven.

Dicen los vecinos del lugar, que cada año, en el mismo sitio que ocurrieron los hechos, se escucha la esquila tocando, aunque no se ve a nadie que la lleve.
Pa. Sa. Ma.

”A las ánimas tocan
Recemos Manuel,
que ánimas seremos
nosotros también.