El día había sido bastante bueno, pero al caer la noche...

El día había sido bastante bueno, pero al caer la noche la sensación de miedo recorrió las calles de aquel pueblo, un extraño ruido procedente del cielo, daba la sensación de algún objeto extraño volador, después de estar sonando como si fuera una sirena de las que suenan en las fabricas para llamar a sus empleados al tajo, de repente un fogonazo de luz hizo que aquel pueblo se sintiera como si fuera de día. La impresión fue muy grande, los habitantes no sabían que era lo que pasaba, cada cual por su lado trataba de enterarse que es lo que podía pasar, no tardo mucho en llegar hasta el pueblo un olor de azufre quemado, que hacia sentir el miedo sobre los rostros de aquellos vecinos que jamás habían conocido ninguna cosa parecida. Nadie se atrevía a salir del pueblo, el teléfono se quedo cortado, las luces de las calles y casas se quedaron todas apagadas, los perros ladraban sin cesar, y las vacas y caballerías miraban hacia el cielo, como buscando una respuesta, de pronto un taxi de Madrid que transportaba aun vecino del pueblo llego con su correspondiente miedo, Parece que el motor del coche se quedo parado y sin ninguna luz en su interior, al cabo de unos minutos de nuevo la batería volvía a su ser y el taxi continuo su camino hasta aquel pueblo que estaba aterrado por lo que estaba viviendo. El taxista conto su historia y los vecinos le escucharon sin poder dar una explicación, Todos en el pueblo querían saber que pasaba, pero nadie estaba dispuesto a salir hacia donde se había notado aquel ruido y después el fogonazo. La noche fue dura nadie dormía, incluso algún vecino agarro su escopeta de caza por si acaso fuera algún truco de ladrones. El sentimiento era de misterio sin resolver, A la mañana siguiente todo parecía normal, nadie se atrevía a ser el primero en salir del pueblo, tan solo el taxi de Madrid, se puso en marcha para salir de aquel lugar donde el miedo reinaba,