Arturo Fernández, Hombres y Mujeres

Muere Arturo Fernández a los 90 años.

El actor asturiano, que permaneció en cartel hasta el pasado mes de abril, es una institución del teatro español.

ABC.

Madrid.

Actualizado:

04/07/2019 09:20h.

Arturo Fernández ha muerto esta noche a los 90 años. El actor asturiano se encontraba ingresado en un hospital de Madrid desde hacía días por unas molestias estomacales y preocupaba su estado de salud. Su mujer ha informado esta mañana de su defunción.

Esta era la tercera vez en este año que el intérprete, nacido en Gijón en 1929, tenía que ser ingresado: primero sufrió problemas de estómago y después se rompió una pierna en una aparatosa caída, el pasado mes de mayo, que le obligó a cancelar sus compromisos profesionales. El actor, que permaneció en cartel hasta el pasado mes de abril, es una institución del teatro español.

«Tener buena salud y una buena carga genética es básico sin duda, pero no es menos importante mantenerse activo, tener ilusión por lo que se hace y metas por cumplir… Y no querer darse de baja de nada mientras el cuerpo no lo impida», contestaba Arturo Fernández al ser preguntado por el secreto de su salud de hierro en una entrevista con ABC hace un año.

El actor asturiano, que el pasado mes de febrero alcanzó los 90 años, no frenó su intensa actividad profesional hasta que el pasado mes de abril unos problemas en la espalda le obligaron a cancelar algunas funciones de su última obra: «Alta Seducción», una comedia escrita para él por hace treinta años y que interpretaba junto a Carmen del Valle.

«Lo cierto es que a mí lo que me gustaría es quedarme aquí para siempre. Me gusta la vida, me gusta mi trabajo. Mientras Dios y el público quieran, ahí estaré, entre otras cosas porque el día que me retire dejaré de ser "joven", y eso no», dijo asegurando que la palabra «jubilación» no iba con él: «Esa palabra no la conozco. ¿Qué es eso? Lo más parecido que conozco es el término júbilo, y eso es lo que siento, sobre todo cuando me subo a un escenario y veo cómo el público disfruta y se ríe. Creo sinceramente que quien te jubila es el público, no uno mismo. Hay que tener la sensibilidad de saber cuándo ya no gustas, y entonces retirarte. Siempre y cuando se tenga buena salud, y yo tengo la inmensa fortuna de tener una salud de hierro», dijo en otra entrevista en 2013.