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La caída final de Juana Rivas: las 8 denuncias de maltrato, archivadas por "inverosímiles"

Los procesos abiertos contra Arcuri entre 2016 y 2018 han sido archivados por la Fiscalía en Italia.

8 abril, 2019 12:43.

Silvia Gil.

La Fiscalía italiana ha archivado definitivamente las ocho denuncias que interpuso Juana Rivas entre 2016 y 2018 contra su ex pareja, Francesco Arcuri, en el marco del conflicto por la custodia de sus hijos. "Es absolutamente inverosímil la narración de la extraordinaria violencia".

La resolución judicial detalla que Juana Rivas utilizó a sus hijos como "escudos humanos" y que les obligó a alinearse "con el progenitor que ellos entendían más frágil". Les hizo narrar, explica el escrito del fiscal Gaetano Porcu, agresiones que en realidad nunca existieron.

Esta decisión, avanzada por el diario El Mundo queda fundamentada porque "ninguna acusación de maltrato ha podido ser confirmada" con prueba alguna, que los partes de lesiones que Juana Rivas presentó no equivalían a las situaciones que había denunciado. Y que las únicas alegaciones presentadas por esta mujer eran los testimonios de sus hijos, logrados, presumiblemente, con "manipulación materna".

El auto, recurrido por Juana.

La mayor parte de estas denuncias describían presuntos abusos por parte de Francesco Arcuri hacia sus hijos, que hoy tienen 6 y 12 años de edad. De este modo, la Fiscalía archiva por falta de pruebas la denuncia fundamental con la que Rivas se negó a devolver a los hijos a su padre. Esta se interpuso en España, apenas 45 días después de la huida de Juana y sus hijos desde Cerdeña. No hubo, dice el fiscal, indicio alguno de maltrato a los menores por parte de su padre.

Esa negativa, esa huida y ese ocultamiento de los niños a la justicia ha provocado que ahora sobre Juana Rivas pese una condena de cinco años de cárcel por sustracción internacional de menores. El auto del fiscal ha sido ya recurrido por la defensa de Rivas. Su abogado defensor también tiene recurrida la sentencia de cárcel que pesa sobre esta mujer al Tribunal Supremo.

En febrero del 18, Rivas quiso acreditar el presunto maltrato de Arcuri a uno de sus hijos. Dijo que el presunto maltratador le había entregado a uno de los niños con la "fiebre alta", en estado "semi inconsciente" y "sucio, oliendo a pis de gato". La justicia no pudo acreditar ninguno de estos extremos. Tampoco que se produjeran por voluntad expresa de Arcuri.

En septiembre de 18, la madre de Rivas denunció que uno de sus hijos le había dicho que su padre le había llamado "hijo de puta, cabrón, gusano de mierda, bastardo". También decía que había sido agredido por Arcuri. Nadie halló pruebas de ello.

Y así hasta en seis denuncias diferentes, las autoridades italianas las han ido desechando por falta de pruebas.