Cada día más boba, ni en Semana Santa das un respiro.

Muere el exministro Josep Piqué
Titular de las carteras de Industria y Exteriores en los gobiernos de José María Aznar, el empresario ha fallecido en Madrid a los 68 años

El político y economista Josep Piqué, que fue ministro en los gobiernos de José María Aznar, ha fallecido este jueves a los 68 años, en el hospital 12 de Octubre, de Madrid, tras una larga enfermedad, según han confirmado fuentes del PP. El líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, acababa de recuperarle para la política, fichándolo en el equipo económico de la renovada fundación del partido, Reformismo21, junto a otros exministros del PP como Fátima Báñez o Román Escolano. La periodista Gloria Lomana, esposa del exministro, ha comunicado que la capilla ardiente estará abierta este viernes en el tanatorio de la M-30 de la capital, entre las nueve de la mañana y las dos de la tarde.

Nacido en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) en 1955, y licenciado en Económicas y Derecho, Josep Piqué fue presidente de la empresa química Ercros antes de ser reclutado por Aznar en 1996 para ocupar las carteras de Industria y Energía en su primer Gobierno (1996-2000), en el que también fue portavoz, inicialmente como independiente y luego ya con carné del PP. Después fue ministro de Asuntos Exteriores (2000-2002) y de Ciencia (2002-2003). En 2006 admitió “errores muy serios” en la invasión de Irak en 2003, apoyada por Aznar. “La convicción de que en Irak había armas de destrucción masiva la compartía todo el mundo, incluso los países que no apoyaron la guerra, pero luego se vio que no era así y hay que reconocer ese error”, declaró.

Piqué presidió el PP catalán durante el debate del Estatut y fue candidato del partido a la presidencia de la Generalitat en las elecciones de 2003 y 2006, tras las que el PP quedó como cuarta fuerza política. Frente a las posturas más rígidas que defendían Ángel Acebes o Eduardo Zaplana, él apostó por una catalanización del discurso político y en 2007 dimitió como líder de los populares en Cataluña con una amarga carta pública: “He trabajado en el seno de un partido en el que no faltan mezquindades y miserias”. Entre 1986 y 1988, bajo la presidencia de Jordi Pujol, había sido director general de Industria del Gobierno catalán. Sus esfuerzos por sumarse a la reforma del Estatut chocaron entonces con la dirección nacional del PP.

La gestión del desafío independentista catalán lanzado por la Generalitat a partir de 2012 lo distanció también de Mariano Rajoy: “Tiene una gestión de los tiempos que muchos no entendemos. El problema catalán merece ser mucho más proactivo, no se arregla con una negociación económica”, dijo en 2013. Escribió, junto a Francesc de Carreras (uno de los fundadores de Ciudadanos), el exministro socialista Josep Borrell y el jurista Juan José López Burniol el ensayo Escucha Cataluña. Escucha, España. Cuatro voces a favor del entendimiento y contra la secesión (Península, 2017).

DESCANSE EN PAZ ESTE POLÍTICO, AMANTE DEL DIÁLOGO Y FIRME DEFENSOR DEL ENTENDIMIENTO ENTRE CATALUÑA Y EL GOBIERNO ESPAÑOL. FIGURAS COMO ÉSTAS HACEN MUCHA FALTA EN ESPAÑA.

El periódico

El 19 de julio de 2007, apenas ocho meses antes de las elecciones generales, el entonces presidente del PP, Mariano Rajoy, recibió en el AVE, de vuelta a Madrid desde Sevilla, la llamada de Josep Piqué para anunciarle que abandonaba el liderazgo ‘popular’ en Cataluña. Sin opción a negociación alguna.

Fracasaba así la enésima refundación del partido conservador en la comunidad que, históricamente, más se le ha atragantado. Piqué, apuesta de José María Aznar en 2002 para darle un perfil catalanista al PP que lo sacara de la esquina del cuadrilatero político catalán, arrojaba la toalla tras los malos resultados electorales en las municipales de 2007.

Piqué estaba bajo sospecha desde 2004, cuando en las elecciones generales celebradas tras los atentados del 11-M se quedó a 15 diputados del PSC, lastrando las posibilidades de Rajoy ante José Luis Rodríguez Zapatero. Pero los pésimos resultados en los comicios de 2007, a las puertas de unas nuevas elecciones generales que se consideraban vitales para el entonces presidente del PP, le dieron la puntilla.

Génova, como en tantas otras ocasiones, tomó el control del PP catalán pasando por encima de Piqué y minando su autoridad. “Si no hace cambios, los haremos nosotros”, y el entonces secretario general del PP, Ángel Acebes, intervino el PP catalán. Designó al presidente del grupo municipal en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, como máximo responsable en esta provincia y a Alicia Sánchez Camacho y a Pilar Arnalot en Girona y Lleida, respectivamente.

Además, dos hombres de confianza de Piqué, el secretario general Rafael Luna y el vicesecretario Francesc Vendrell, fueron apartados del diseño de la campaña para las generales en favor del portavoz adjunto en el Parlament, Daniel Sirera, y del concejal en Badalona Xavier García Arbiol.

Piqué dejaba de controlar la estructura del partido que presidía y moría otro intento del PP de darle una pátina de catalanidad a la organización y acercarla a las bolsas de voto de centro derecha que estaban quedando huérfanas de CiU.

En los cinco años que Piqué lideró el PP catalán las divergencias con Génova fueron reiteradas, acentuadas por cómo se debía abordar la reforma del Estatut. En 2005, Piqué tildó de “desafortunadas” unas declaraciones de Jaime Mayor Oreja en las que vinculaba el Estatut con un supuesto arbitraje de ETA a través de ERC. Y poco después se reunió con el líder independentista Josep Lluís Carod-Rovira, encuentro desautorizado en público por Acebes.

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Tras defender que la CMT se trasladara a Barcelona y apoyar la OPA de Gas Natural sobre Endesa, desoyó a Rajoy, que había anunciado que el PP presentaría una enmienda a la totalidad del Estatut, y aseguró que los ‘populares’ sólo presentarían enmiendas parciales.

La huida de Piqué, que había sido ministro con Aznar en el Gobierno y director general de Industria con Jordi Pujol en la Generalitat, tras su frustrado “giro catalanista” sumió al PP catalán en un largo periodo de interinidad.

DESCANSE EN PAZ.
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El PP no sabe diálogos, raras veces habla de entendimiento, una pena y cuando sale alguien que lo intenta rápidamente es apartado.

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Así es y es lo que hay que hacer y si no mira el nacimiento de los independentistas que engendró y parió Rajoy. ¿Tú crees que mereció la pena?
España perdió muchísimo con Rajoy, si os parece mejor eso ahí lo tenéis, lo malo es que el mal es para todos y le dais la vuelta a la tortilla cargando contra el PSOE que es quien busca el entendimiento.

Cada día más boba, ni en Semana Santa das un respiro.