ENTREVISTA....

ENTREVISTA.

"Internet es un campo de minas al que nos hemos lanzado sin ser muy conscientes de las puertas traseras"

Raúl Olivares (Zaragoza, 1970), amable y tranquilo, policía y maestro de policías. Lo suyo son los delitos contra las personas en internet.

ACTUALIZADA 22/2/2021 A LAS 02:00.

ESPERANZA PAMPLONA.

Con la pandemia todos nos hemos sumergido más si cabe en internet. ¿Los delincuentes, también?

Hemos notado un incremento de delitos notable. La gente se ha volcado en tener su vida cotidiana en internet, y la vida delictiva ha crecido proporcionalmente.

Los delitos en la red se asocian con temas económicos y sexuales. ¿Es así?

El abanico se centra en esas dos ramas. La económica afecta a compras, alquileres vacacionales o de estudiantes, lo que tiene que ver con cargos de origen desconocido en nuestras tarjetas, prácticas de ‘phishing’... Y, por otro lado, hemos detectado un aumento en el tema de la tenencia y distribución de pornografía infantil, corrupción de menores, usurpaciones de identidad, amenazas, coacciones...

¿Hay violencia en la red?

La hay y es más intensa. El hecho de que alguien piense que está cobijado por el anonimato de una pantalla le hace sentirse impune y ejerce un grado de violencia superior. Las interacciones con las víctimas son más agresivas.

¿Y se materializan físicamente?

Normalmente, no. Salvo que haya un vínculo personal, no suele pasar a la vida real. Cuando se materializa, suele ser en relaciones que se han gestado a través de redes sociales. Gente que se conoce en la distancia, que no alcanzan las expectativas que alguno tenía y se cargan las tintas.

Las transacciones, la educación, las gestiones, incluso las relaciones... Todo se ha trasladado a la red y puede ser peligroso.

Sí, es un campo minado. Nos han dado un abanico de facilidades que nos hemos lanzado a usar sin ser muy conscientes de que tienen puertas traseras por las que pueden entrar peligros que desconocemos. En ese sentido, las campañas de prevención que se lanzan desde la Policía Nacional, medios de comunicación y administraciones ayudan bastante.

¿Cuál es el perfil del delincuente en internet?

No hay un perfil definido. Con una formación a nivel de usuario basta, salvo en estafas muy técnicas. Hay muchos tutoriales para hacer prácticamente de todo, y recurren a eso.

¿La soledad nos ha hecho más vulnerables?

Sí, nos ha creado una serie de necesidades que nos empujan a ese campo minado y nos hacen más vulnerables. También encontramos a muchos menores que son víctimas de delitos, como usurpaciones de identidad o acoso a través de redes.

¿Y los chicos denuncian?

Suelen hacerlo en el entorno educativo. Los protocolos marcan que, salvo que sea un delito claro y definido, primero hay que hacer una corrección en el colegio. En un alto porcentaje son casos que se dan entre alumnos.

Se habla del internet profundo. ¿A qué se parece ese mundo?

Internet se asocia al perfil de un iceberg. La llamada ‘dark web’ estaría en la mitad sumergida de ese iceberg, y se parecería a un barrio peligroso de noche. Cuando vamos al fondo del iceberg, encontramos una mesa llena de armas, la producción de pornografía infantil, trata de blancas, venta de armas, los delitos más graves que se pueden cometer.

¿Tienen medios para trabajar en ese entorno?

Estamos recibiendo medios porque es un área estratégica. Es cierto que los delincuentes pueden llegar a tener lo último de lo último por su acceso a dinero fácil, y nosotros tenemos lo último a lo que podemos llegar.

¿Cómo hemos de protegernos?

Con información a través de medios oficiales. Desde prensa al Twitter de la Policía Nacional. La gente muchas veces difunde bulos cuando tienen la respuesta en un medio fiable. Y en cuanto a los chicos, hay dos cuestiones muy importantes: fomentar el espíritu crítico y tener mucho cuidado con lo que hacen. Que piensen que en internet hay gente que los va a engañar.