En cuanto nos dan la mano... nos comemos hasta el hombro...

En cuanto nos dan la mano... nos comemos hasta el hombro aunque tenga coraza.

Los chiste tienen límites. Sobre todo cuando se sujeto es un colectivo completo. El que cuentas es uno de ellos. Tú lo sabes. No cuela ni entrecomillado
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
¡Cuánto meapilas anda suelto por estos mundos de Dios!, ¡Jesús!