Perdona que me inmiscuya.
No tengo dudas que el nacionalismo
catalán, vasco, mallorquín y otros, viene de muy lejos.
Cataluña, la clase alta y quiénes de ella vivían siempre han querido mangonear en todos los gobiernos centrales, pero sin dejar de ser
catalanes, y así se llegó a la
democracia. En la Constitución participaron más de un catalán, y dejaron su sello.
El problema: no saber o poder manejar el tema, en las transferencias para recibir los apoyos necesarios.
Volviendo al ayer cercano,
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