Pues yo estudié en un colegio de monjas y nunca me...

Voy a trasladar aquí el resto de la enseñanza en España dentro de la dictadura. Decía que en 1º de Bachiller teníamos las asignaturas de Religión, Matemáticas, Español, Geografía e Historia, Cosmología, Francés, Dibujo, Latín y Formación del Espíritu Nacional.

Un señor que escribe en este foro pone en entredicho la asignatura de Cosmología, mejor dicho, nos dice que es una asignatura muy rimbombante por su nombre. Y algo deja caer acerca del Francés. Dice que surge el adoctrinamiento en la enseñanza. Y yo contesto, sostengo y mantengo que tan solo puede haber adoctrinamiento en la asignatura de Formación del Espíritu Nacional (con el nombre de POLÍTICA por los estudiantes). Bien, aquí sí existe la doctrina sectaria franquista. Lógico, el Ministro de Educación y Ciencia no iba a hacer un texto adecuado al COMUNISMO. Lo mismo ocurriría al contrario. Por lo demás, las otras asignaturas estaban dentro de los estudios de Bachiller. ¿Qué hay de malo que se sepan cuatro cosas de Francés? Y saber declinar en latín: Rosa rosae. Y en Matemáticas sabe hacer una regla de tres. Y en Religión saber el Señor mío Jesucristo, o el Yo pecador. Y así sucedía con el Español, Cosmología, Geografía e Historia.

Digo, sostengo y mantengo que la enseñanza dada en la dictadura fue mejor que la que se está dando ahora, sin duda, es mi opinión. Tengo mis argumentos que voy exponiendo.

1º) El horario escolar. Teníamos clase toda la semana exceptuando las fiestas Y EL JUEVES POR LA TARDE. Es decir: Cinco días y medio de clase. Esto se hacía notar, aventajábamos a los horarios de hoy en día. Por poco, pero teníamos una pequeña ventaja a favor. Trataré punto por punto. Mañana otros más.

(Continuaré).

Antes de seguir adelante, me dirijo a NOEMI para dar una aclaración que hace referencia a los horarios escolares en la dictadura, especialmente cursando estudios de bachiller.

Teníamos 5 días y medio dedicados a la enseñanza. Los jueves por la tarde no había clase, así que descansábamos el jueves por la tarde y el domingo. Noemi, fíjate bien:

Entrada al colegio (mañanas)... de 9 de la mañana a 12 del mediodía...3 HORAS.
Entrada al colegio (tardes)... de 3 de la tarde a 7 de la tarde......4 HORAS
TOTAL DE HORAS LECTIVAS DIARIAS....................... ............... SIETE HORAS DIARIAS.

¿HAY DIFERENCIA, NO?

Espero que lo leas para proseguir mi marcha.

Pues bien, aclarado queda las horas escolares que teníamos, siete al día. Religión todos los días. Español y Matemáticas, también todos los días. Las restantes asignaturas se repartían el resto del horario escolar.

Aunque solo fuera por el número de horas que pasábamos en el cole aventajábamos a los estudios que se dan en la actualidad, en una frase: disponíamos de más horas de estudio, si a eso sumamos la disciplina que había, no quedaba más remedio que estudiar, dado que, cada 15 días teníamos notas, notas que firmaban los padres y como suspendieras alguna asignatura, la bronca estaba echada. Estudiar era la motivación para aprobar. ¡Ah, se me olvidaba! Demás de preparar en casa los temas correspondientes para que al día siguiente te pudieran preguntar la lección, nos "metían deberes escolares, las famosas tareas. Se repartían las asignaturas, cierto que solo nos ponían deberes de Latín, Español y Matemáticas, pero todos los días, bien, en casa, después de hacer el ejercicio de Latín o de las otras, solo te quedaba: ESTUDIAR. Un día sí y otro también. Y todavía, antes de ir para casa a la salida de clase, íbamos en busca de ALGUNA CHICA ESTUDIANTE con la que habíamos quedado, lugar de encuentro: ante la fachada de San Isidoro.

Mañana más.

La enseñanza en tiempos de la dictadura. Había tiempo para todo. Los rezos diarios eran demasiados, pero todo se llevaba con un orden primordial. Al llegar a clase rezábamos, también a la salida al recreo. El Ángelus a la salida de clase nunca faltaba, hacia las 12 de la mañana. Al entrar por la tarde: ¡EL SANTO ROSARIO TODOS LOS DÍAS! Con las letanías. Salida al recreo, un ave maría. Fin de clase: oraciones de la noche. En fin, sabíamos de rezos más que nadie, y "sin embargo, se mueve". Quiero decir que teníamos tiempo suficiente para aprender y estudiar, porque lo mismo que los hermanos rezaban mucho, también enseñaban y como no había diversiones y el tiempo entre semana y semana, nuestro juego consistía en estudiar, porque como fueras para cas con una asignatura sin aprobar, lo tenías claro. Igual te dejaban hasta las ocho y media en el estudio de los internos. Ha de saber usted que teníamos notas CADA QUINCENA. Pero lo voy a dejar para mañana, ¿de acuerdo?

Un saludo.

Como vengo diciendo cada 15 días teníamos notas. El profesor muchas veces no tenía tiempo de explicar y preguntar. ¿Qué sucedería si una vez que te preguntan la lección y no la sabes? Pues un CERO al canto; el profesor (Hermano Marista) podía salvar la situación del cero que te ponían. ¿Cómo? Pues haciendo un ejercicio escrito, y de esa forma preguntaba a todos, Pero si el profesor, no lo hacía, ibas para casa con un suspenso por lo menos. Esa nota quincenal era muy importante porque formaba parte del examen final. Todas las notas quincenales del curso sumaban para obtener un aprobado como mínimo, o un suspenso. Vamos con el primer trimestre. El primer trimestre sumaba todas las notas quincenales y se hacia una media, esa media, pongamos por caso que sacabas un 6, se sumaba al examen del primer trimestre, si sacabas un 8, sumabas ese 8 con el 6 de la media de las quincenas. 6 + 8 = 14... Dividido entre dos = SIETE. Bien, ya tenemos una nota importante del primer trimestre. 1/3 del curso lo has aprobado y con un notable.

Mañana más.

Llegaba Semana Santa y había que realizar las pruebas del segundo trimestre. Parecido al primer trimestre. Los profesores ya tenían en su poder todas las notas correspondiente al segundo trimestre. Realizábamos el examen (escrito) asignatura por asignatura. Un breve ejemplo: MATEMÁTICAS, sumaban todas las notas quincenales, dividían por el número de quincenas y obtenían una nota, pongamos 7. Realizabas el examen de Matemáticas y si sacabas un 3, se sumaba a la nota media de las quincenas, en este caso sería: 7 + 3 = 10...10 entre 2...5. Esta era la nota que sacabas en Matemáticas del segundo trimestre.

Mañana más.

Y llegamos al final del curso. Se aproxima el verano. Hay que hacer los exámenes correspondiente al tercer trimestre. Pues nada, muy parecido (mejor igual) que los dos anteriores. El Hermano Marista que tenía en sus archivos las notas de todos y de cada uno de los estudiantes, confeccionaba las notas. Sumaba las quincenas que había en la segunda evaluación, asignatura por asignatura y hacía siempre lo mismo: suma de notas quincenales y dividir por el número de quincenas CON TODAS LAS ASIGNATURASS. Antes de la prueba final, aquel alumno que en las dos primeras evaluaciones -Navidad y Semana Santa-, tuvieran una nota de NOTABLE, quedaba exento de realizar la prueba final. Compañeros míos estudiosos e inteligentes no realizaban ningún examen porque en todas las asignaturas sacaba un promedio de notable y sobresaliente y no se examinaba. Yo quedé exento del examen final en INGLÉS, FILOSOFÍA, y LITERATURA. YO NO ERA MUY INTELIGENTE, PERO LO SUPLÍA CON EL ESTUDIO DÍA A DÍA. Hacia el 19 de junio: NOTAS FINALES.

Mañana más.

VACACIONES, TAREAS Y LIBROS.

Las vacaciones se extendían desde el 19 de junio hasta el 7 de octubre. La satisfacción era muy grande si aprobabas todo en junio, si te quedaba alguna por aprobar, en setiembre había exámenes. No crean ustedes que nos dejaban "desamparados", nos mandaban deberes para el verano, tanto es así que todos los días había que hacer algo: matemáticas y español principalmente. Bueno, todo llega en esta vida. El fin del verano se aproximaba. El día 7 de octubre nos incorporamos al cole para comenzar un nuevo curso. Entramos en clase, nos saludamos todos, nos dictan normas, nos presenta a los Hermanos Maristas que van a ser nuestros profesores, nos dan los horarios y los libros que hay que tener.

LOS LIBROS. La Editorial Luis Vives (Eldevives) es la que surte al cole con casi todos los libros de esa editorial. Comprar los libros nuevos, a estrenar te salían por un ojo de la cara. Así que los más pudientes los compraban nuevos, muchos de nosotros los comprábamos de segunda mano entre nosotros, o bien, había una librería que te vendía de segunda mano los libros que necesitabas. YO los compraba todos de segunda mano, o casi todos. Y hala, a estudiar desde el primer día.

No sé si me queda algo en el tintero, y nunca mejor dicho hablando del cole.

Pues yo estudié en un colegio de monjas y nunca me mandaron tareas para el verano. Me pasaba el verano yendo a las fiestas de los pueblos y leyendo novelas.

En los veranos de mi carrera daba clases particulares de lengua y matemáticas a los de septiembre, no les cobraba, pero me hacían regalos.
También fui dos veranos a Santander y Zarautz a cuidar niños en la playa. Estuve con dos familias famosas, una relacionada con la política y otra con la psiquiatría.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
NOEMI. No todos los colegios fueron iguales. En mi colegio nos mandaban tareas en Navidad, Semana Santa y verano.

Dices que leías novelas en vacaciones, pues yo hacía otro tanto después de hacer la tarea correspondiente, nos juntábamos los amigos del pueblo, que eran todos y a jugar. También admitíamos chicas en nuestros juegos, principalmente papeles de enfermeras y médicos.

¿Leías a Corín Tellado?