Un liberal
inglés como era Charles Darwin autentico que, como tal, tenía sólidos principios. significaba, en la primera mitad del siglo XIX, odiar la esclavitud y luchar por la tolerancia, la prosperidad, y la felicidad
. En octubre de 1836, Darwin le fue dando vueltas a ideas tan peculiares como «la lucha por la vida», o «la selección natural». En 1859, apareció «El origen de las especies», que se agotó en el mismo día y supuso tanto una herejía como una revolución copernicana para la época: ¡se rechazaba la bonita historia de la creación, emparentándonos nada menos que con los monos…!
Hoy día, ni siquiera habríamos necesitado a Darwin. Viendo dónde estamos, y la cantidad de burradas que perpetra el ser humano, a nadie le quedan dudas, no sólo de que procedemos del mono, sino de que volvemos a él.
Ecologia pura