¡Oh! Cuan insignificantes somos, La Poesía

¡Oh! Cuan insignificantes somos
en la tierra, en el propio cuerpo,
en el corazón de otra persona,
como en el infinito Cosmos,
pues al olvidar lo que somos,
ya que no brizna de arena,
ni mota hecha de polvo,
creémonos grandes,
punto, eje, centro de todo,
siendo, nada más que amor.

Nada menos somos,
que invisible cosa preciosa,
y al igual que mariposa,
las alas batir queramos,
para al cielo elevarnos,
y así encontrarnos
henchidos de dolor,
a causa de sincero amor
y en bella flor posarnos
cual puede ser una rosa,
de su polen impregnarnos,
dulce como miel,
amor como hiel,
y por más, que fuere amargo,
¿Haya más maravillosa
o dulce, cualquiera cosa
que amargo amor?
¡La miel de amar,
al ser amado!

AdriPozuelo (A. M. A.)