Se enamoró un ruiseñor de una paloma torcal,
eran tan tristes sus trinos al no poderla lograr,
que Cantaba en los caminos con voz de melancolía,
aquel amor que soñó, y lograrlo no podía,
Eran tan tristes sus trinos, que hasta el corazón dolía.
Pues ella tenía un palomo, que era con el que vivía.
Pa. Sa. Ma.