EL MAR, LA MAR
Si está el mar enfurecido
y su furia se desata,
lo que considera suyo
Con sus olas arrebata.
Todo el mundo siente miedo
Y aquel que no lo sintiera,
Es un poquito imprudente
Por no temerle a la fiera.
Pues no conoce enemigo
que lo pueda detener
ni su propio rey Neptuno
lo supo nunca entender.
Si está contento y feliz
Nos regala hasta su aroma,
Pero, no le quites nada,
Porque eso no lo perdona.
Le han quitado las puntillas
del volante de su bata
y por eso cuando puede
vuelve, y se las arrebata.
el
hombre es tan tozudo
que vuelve a meter la pata,
y año, tras año, se queda
sin arenas en las playas.
Pa. Sa. Ma.