ROSAS SIN ESPINAS, La Poesía

ROSAS SIN ESPINAS

Creamos un jardín de rosas,
hechas con el corazón,
eran rosas sin espinas,
que no causaban dolor.

Con tanto amor las cuidamos,
protegiéndolas del sol
que solas se marchitaron
porque les faltó calor.

quisimos poner remedio,
pero ya no pudo ser,
cuando el rosal se ha secado,
ya no vuelve a florecer.

Esas rosas sin espinas,
se alimentan del amor,
porque si no, se marchitan
cuando les falta calor.

Si te pinchas con espinas,
a veces no viene mal,
eso es para recordarte,
que has de cuidar el rosal.
Pa. Sa. Ma.