Y pensar que después de que yo me muera, La Poesía

Y pensar que después de que yo me muera
aún surgirán mañanas luminosas,
que bajo un cielo azul, la primavera
indiferente a mi mansión postrera
encarnara en seda de las rosas.

Y pensar que, desnuda, azul, lasciva,
sobre mis huesos danzará la vida
y que habrá nuevos cielos de escarlata
bañados por la luz del sol poniente,
y noches llenas de esa luz de plata
que inundaba mi vieja serenata
cuando aún cantaba a Dios, bajo mi frente.

Y pensar que no puedo en mi egoísmo
llevarme al Sol ni al Cielo en mi mortaja;
que he de marchar yo sólo hacia el abismo,
y que la luna brillara lo mismo
y ya no la veré desde mi caja.