LAS ESTRELLAS

Aunque nunca me ha gustado
la triste noche sombría,
si me gustan las estrellas,
porque me dan alegría.

Tranquilas y relajantes
te dan esa sensación,
que alumbran al caminante
ocultando su dolor.

Cada estrella es un misterio
que por el cielo camina,
queriendo entre los luceros
pasar desapercibida.

Pero su historia la tiene
y ella con celo la guarda,
con su cara sonriente
nunca te dará la espalda.

No necesita a la luna
para lucir con fulgor,
pero por ser más prudente
a veces, le pide calor.

¡Estrella de la mañana!
amiga de los luceros,
por alumbrar mi camino,
te doy las gracias de nuevo.

Pa. Sa. Ma.