EL CLAVEL DE TÚ PELO
Llevas un clavel prendido
en la mata de tú pelo,
quien será el afortunado
que pueda acercarse a olerlo.
En el patio de tú casa
yo me quisiera quedar
para regar tus macetas
al llegar la madrugá.
Sería el patio más lindo
de toda la vecindad,
con eterna
primavera
de nardos y flores de azahar.
Las vecinas envidiosas
dirían ¿Ese quién es?
y tú con cara orgullosa
contestas, ¡Es mi querer!
¡Ay que ver que sueños tengo
sin poderlos evitar!,
déjame que a tú verita
yo me pueda despertar.
Oliendo el
dulce perfume
del clavel que hay en tú pelo,
y a cambio yo te diré
¡mi vida cuanto te quiero!
Pa. Sa. Ma.