TAN SOLO CONOCÍA LA BELLEZA

Un tiempo fui feliz y muy dichosa
al regar en mi jardín las bellas rosas,
con agua de mi pozo;
más sin pensar jamás en la tristeza
pues tan solo conocía la belleza
llena de amor y gozo.

Contemplaba una noche de verano,
el cielo con su manto soberano
de estrellas fulgurante:
Más de pronto, unas nubes traicioneras
descargando granizos como fieras,
las marchitó al instante.

Clamaba en vano al cielo entristecida
al ver aquel jardín lleno de vida,
deshecho en un momento;
Tal vez, enfurecida y contrariada,
al cielo le grité desesperada
para mayor tormento.

Cuando hubo descargado la tormenta,
llorando y sin apenas darme cuenta
rogaba arrepentida;
pues hubo un tiempo de gozo desmedido
que otros muchos, jamás han conocido
Y yo tuve en la vida.

Aunque triste quedó el jardín deshecho,
aún guardo bellos recuerdos en mi pecho
de lo que yo he vivido.
Hay otros muchos que viven desdichados,
no tienen jardín, bello, ni deshojado,
ni nunca lo han tenido.

Hoy quiero disculparme humildemente,
diciendo al cielo lo que mi alma siente
y no ser caprichosa;
Pues siento, que todo fue un accidente,
no es lo mismo el sufrir de mucha gente
¡pues solo fueron rosas!
Pa. Sa. Ma.