QUE ESTE AMOR NO ACABE NUNCA

Cuando la tarde pierda su luz radiante
y en el cielo reluzcan ya las estrellas,
Yo soñaré bien mío que voy a amarte
Siempre que en esos sueños me ayuden ellas.

Que me iluminen siempre por el sendero
y hasta tus aposentos que me conduzcan,
para poder decirte cuanto te quiero,
y que este amor divino no acabe nunca.

Cuando de nuevo llegue la madrugada,
y los rayos del sol salgan dibujando,
Yo dejaré tú lecho, y en tú almohada,
una sencilla frase, ¡Te estoy amando!

Otra vez con la luna vuelvo a tú lecho
tú me estás esperando, y en mi delirio,
se me nublan los ojos de calentura
ya no hay luz de la luna, ¡Solo es un cirio!

Pero estás a mi lado sin retirarte,
me acaricias diciendo que soy tú dueño,
y cerrando los ojos por un instante,
creo estar en el cielo, ¡PERO ES UN SUEÑO!
Pa. Sa. Ma.