Dicen que las estrellas lloran sin ojos,
y laten, sin tener un corazón,
pero yo sé que eso no es cierto
pues las estrellas aman con pasión.
¿Cómo podrían amar si no tuvieran
un corazón amante y puro?
Y esos ojos que brillan con dulzura
iluminando los momentos más oscuros.
Ciego es, aquel que no puede verlo,
loco, aquel que ama con pasión,
pero más locura y ceguedad padece
quien no ha sentido ni llorado por amor.
Por eso las estrellas dan ejemplo
iluminan con sus ojos los senderos,
y con ese corazón tan palpitante
nos demuestran el cariño verdadero.
Mira al cielo y podrás desengañarte,
cuando estés triste, mira las estrellas,
ellas quieren con su luz iluminarte
¡Por eso laten, por eso lloran ellas!
Pa. Sa. Ma.