CON SU CUERPO LA ABONARON

Cuando pase el otoño y el invierno me aflija
yo me iré borrando de tu pensamiento,
por suerte, el tiempo se marchará deprisa,
volviendo la primavera otra vez resurgiendo.

Aunque se hiele mi cuerpo en el frio invierno
en esa tierra inerte se quedará mi alma,
cuando la primavera despierte del largo letargo
volverá el sol radiante otra vez a iluminarla.

Y brotarán nuevas flores que al contemplarlas,
recordarás que otro día en ese lugar moraron,
sencillas florecillas, margaritas o violetas,
que dejando sus semillas, son las que brotaron.

Viendo su semejanza podrás recordar de nuevo
que allí, aquellas humildes flores huella dejaron,
cubriendo las semillas para que no murieran
y con su propio cuerpo esa tierra la abonaron.
Pa. Sa. Ma.