CUANTA PENA Y AMARGURA, La Poesía

CUANTA PENA Y AMARGURA

Bajo esa piel arrugada
cuanta ternura escondida,
la que empleo en esos hijos
pasando tantas fatigas.

Bajo esos ojos cansados
cuanta pena y amargura,
y sin embargo al mirarte
siempre lo hace con dulzura.

Bajo su triste sonrisa
quedó ese rictus marcado,
jamás se escuchó una queja
de aquellos labios sellados.

La casa quedó en silencio
todos se fueron marchando,
y poco a poco se fueron
de aquella madre olvidando.

Ya no se mira al espejo
ya perdió las ilusiones,
y cuando nadie la escucha
suspira por los rincones.

Sentada junto a la lumbre
con su toquilla cruzada,
piensa en lejanos momentos
cuando era necesitada.

Y con gran resignación
con las manos apretadas,
va rogándole al señor
le de la paz deseada.
Pa. Sa. Ma.