PERDIDA EN EL DESIERTO, La Poesía

PERDIDA EN EL DESIERTO

Para saciar mi sed, buscaba una fuente
en el duro desierto donde estaba perdida,
y un oasis hallé que surgió de repente
con un gran manantial y palmeras altivas.

Yo cerraba los ojos, y otra vez los abría
por creer imposible lo que estaba viviendo,
más con voz velada, alguien lo describía
el bello paraíso que me estaba ofreciendo.

¡Más de pronto el agua, se volvió lava hirviente!
y mis labios quemaba cual carbón encendido,
y en mi lecho asustada desperté de repente,
era un sueño espantoso el que había vivido.

Por temor, no quería volver a dormirme,
solamente en tus brazos estaba tranquila,
porque en ellos hallaba el tranquilo reposo,
de una dulce sultana, tú sultana cautiva.
Pa. Sa. Ma.