CON MUCHA SABIDURÍA

Su voz es como un remanso
que fluye plácidamente,
serena, dulce y tranquila
como el rumor de la fuente.

Que discurre placentera
en cualquier conversación,
jamás por nada se altera
siempre encuentra solución.

Con mucha sabiduría,
con ingenio y reflexión,
soluciona los problemas
igual que el Rey Salomón.

¡Ay! abuelita querida,
usted, sin ir a la escuela,
tiene tal sabiduría
que reparte a manos llenas.

Cuanto habré de agradecerle
todas estas enseñanzas,
no me abandone abuelita
porque me hace mucha falta.

No sabrá de ortografía,
de cuentas no irá sobrada,
pero en cosas de la vida
creo que está bien colmada.
Pa. Sa. Ma.