POR LA SENDA DE SANTIAGO

Por la senda de Santiago
caminan los peregrinos,
sufriendo calor y frío
y heridas en el camino.

Pero van ilusionados
y sufrir no les importa,
¿Qué tendrá esa senda madre,
que a todos nos reconforta?

La fatiga algunas veces
te va acortando los pasos,
más, sigues tranquilamente
sin hacerle apenas caso.

No logran desanimarte
ni la lluvia, ni los vientos,
sabes que vale la pena
un poco de sufrimiento.

Es una nueva experiencia
cada etapa del camino,
pues vas conociendo historias
de los otros peregrinos.

Cuando te ves en la cima
en el alto del perdón
te sientes fortalecido,
y le das gracia a Dios.

Y al bajar aquella cuesta
con las piedras resbalando,
piensas que vas a caerte
y “algo” te va sujetando.

Cuando llegas al albergue
te tiendes en la litera,
y pides que Dios te ayude
para otra jornada nueva.

Sientes que lo necesitas,
que has de llegar a la meta
y emprendes otra jornada
pues ya has renovado fuerzas.

Quieres llegar cuanto antes
para abrazar a Santiago.
Y te sientes satisfecho
cuando por fin lo has logrado.
Pa. Sa. Ma.