“EL GALLO”

Levanta el cuello mostrando su donaire
Enciende el temperamento de sus colores
Dulcifica su mirada abrazando el amanecer
Eleva el pecho y vibra su canto revelador
Celebrando el ritual del nacer de los días.

No se asusta ante la soledad de las sombras
Ni guarda rencor a las arrugas dolientes
Bienhechor ante el acecho de la oscuridad
Anuncia su autoridad canturreando nobleza
Enamorado fiel copulando con la esperanza.

Espiritu ardiente del campo y la cuidad
Camina orondo coqueteando con la vida
Marcando cada espacio de la luz resucitada
Vigilando el enigma de la dualidad humana
Agitando sus alas para cantarle al silencio.

Perpetuo redentor sin tributar al destierro
Valiente confesor del enigmático infinito
Consagra la tradición luminosa del amor
Símbolo reverenciado en muchos pueblos
Un enérgico kikiriki agitando los recuerdos.

EH