DÍAS DE JUVENTUD...

DÍAS DE JUVENTUD

¡Vosotros, jóvenes de hoy!, que tan hermosa presencia dais y no menos disfrutáis, por tener la suerte de haber nacido en una tierra llena de Sol y de flores, bañada por el Mediterráneo.

Es cuna de culturas, salpicada de construcciones que perduran en el tiempo, como queriendo aguardar a las nuevas generaciones para darles la bienvenida.

Vosotros jóvenes, niños a veces, que cometéis el error de una maldad grave y sonora.

¿Qué os empuja a cometerla?
¿Qué sentimiento os mueve?
¿O es que nada os conmueve?

¿Qué delirio acoge y cobija vuestra mente?

¡Será temprana locura!

¿No os cantaron una nana que siembra dulce semilla?
¿No germinó en vuestro pecho los besos y las caricias?
¿Ni el calor de suaves manos acariciando vuestras mejillas?

¿No miraste a la ventana y viste la noche oscura?
Y tu cuerpo tembloroso y con tu voz desgarradora,
buscaste brazos maternos calmándote con ternura.

¡Dime! ¿No sentiste el contoneo del baile que da la silla?
¿Ni el calor y el cosquilleo susurrándote en la oreja,
entonando cancioncillas, que el temor y el miedo alejan

Aquellas noches pasadas de frías sombras cerradas,
y tu madre sin enojo, con paciencia en tu congojo, te acunaba,
y te acariciaba tu frente, tan rosa y tan suave siempre,
que más que querer, te adoraba.

¡Dime que sí!

Que sentiste esa ternura y dormiste complacida y tan segura,
que ni un estruendo, que estremecía tus sueños perturbaba.

¡Dime que sí lo sentiste! ¿O es que tu mente lo anula?

¡No lo quiero ni pensar! Que no hubo un beso en la cuna,
ni un arroparte a caricias, ni un te quiero con ternura.

Búscalo dentro de ti, quizás duerma en tu memoria,
y tú vagando perdida en tu comodidad traidora.

¿Dime que no has escogido vagar en la noche oscura,
encerrando entendimientos en la cárcel de locura?

¡Dime que no quieres eso! ¿Dímelo si estás segura?
Y que despiertas tranquila, alegre y soñadora,
del horror que te arrastraba al fondo de la mazmorra.

¡Dime que fue un mal sueño! Que al despertar se te borra,
y que despiertas cautiva de risas desbordadoras,
como ejemplo de armonía y de juventud sonora.

Estrella