NOS NEGARAN LA PALABRA
En esta tierra española
los censores no descansan,
dicen que no guardan cola
pero que siempre nos cansan.
Hay que borrar la censura
de los caminos del mundo,
ellos predican locura
en su caminar absurdo.
Censuran grandes verdades
con sus plumas ventoleras,
y repiten falsedades
en rellanos y escaleras.
Estos censores de sueños
viven marcando sus notas,
ellos se sienten los dueños
de las trágicas derrotas.
Pasan años predicando
lo bueno de la censura,
y a su paso van dejando
sinsabores y amargura.
Censores de libertades
para asustar al humano,
nos hablan de mortandades
en su corregir ufano.
Censores de negras manos
que buscan siempre un motivo,
en sus pensamientos vanos
usan cualquier adjetivo.
El futuro le previenen
entre viejas letanías,
corren deprisa y convienen
hacer las noches más frías.
Censores de marcha lenta
envueltos en pura envidia,
su conciencia no revienta,
aunque a la gente desquicia.
G X Cantalapiedra.
En esta tierra española
los censores no descansan,
dicen que no guardan cola
pero que siempre nos cansan.
Hay que borrar la censura
de los caminos del mundo,
ellos predican locura
en su caminar absurdo.
Censuran grandes verdades
con sus plumas ventoleras,
y repiten falsedades
en rellanos y escaleras.
Estos censores de sueños
viven marcando sus notas,
ellos se sienten los dueños
de las trágicas derrotas.
Pasan años predicando
lo bueno de la censura,
y a su paso van dejando
sinsabores y amargura.
Censores de libertades
para asustar al humano,
nos hablan de mortandades
en su corregir ufano.
Censores de negras manos
que buscan siempre un motivo,
en sus pensamientos vanos
usan cualquier adjetivo.
El futuro le previenen
entre viejas letanías,
corren deprisa y convienen
hacer las noches más frías.
Censores de marcha lenta
envueltos en pura envidia,
su conciencia no revienta,
aunque a la gente desquicia.
G X Cantalapiedra.