Hola Mamá...

Hola Mamá

Hola Mamá, soy tu hijo,
te llamo desde la Gloria
para que veas que te quiero
y te llevo en mi memoria.

Aunque te hable en metáfora
porque mi cuerpo está muerto´
a ti te habla mi espíritu
con pena y con sentimiento.
Te busco por todas partes
pero yo nunca te encuentro
no sé si esta en la tierra
o te encuentras en el cielo.

Me gustaría tener
contigo un gran encuentro
y me contaras las causas
de aquellos malditos hechos
y de hijo a madre hablar
con cariño y con respeto
y decirte a tí a la cara
que no te culpo de nada
de aquello que me hicieron,
y es que el decir de la gente
dominó tus sentimientos.-

Aun no tenía tres meses
y ya estaba sentenciado,
no esperaste a que naciera
y oírme llorar en tus brazos,
pero por malos consejos
que recibiste de alguien
pagué yo las consecuencias
de una decisión salvaje
y pagaste unas manos
de las llamadas asesinas
y cobrando y sin escrúpulo
a mí me segó la vida.

Hoy tendría treinta años,
¡ay!, cómo se pasa el tiempo,
yo sería catedrático,
abogado o quizás médico,
pero mis manos jamás
se mancharían con un gesto
tan execrable e indigno
como hicieron con mi feto.

Yo no te culpo de nada
porque te sigo queriendo
aunque segaste mi vida
por unos malos consejos,
tú siempre serás mi madre
aunque nunca llegué a verte,
yo seguiré en tu memoria
contigo hasta la muerte.

Aquí conmigo en la Gloria
hay almas como la mía
que sin saber por qué historia
también segaron sus vidas.

Qué pena de sociedad,
qué poco vale una vida,
yo en cambio soy capaz
de dar para ti la mía,
y es que en esta sociedad
sembrada de hipocresía
ven los Derechos Humanos
como pura fantasía,
pero esta vida es así
y ya no tiene remedio,
por eso desde la Gloria
te envío un enorme beso
esperando que algún día
nos veamos en el cielo
y decirte en el oído
que a pesar de aquellos hechos,
eres mi única madre
y aún te sigo queriendo,
pues madre no hay más que una
y no merece un desprecio.-

Sevilla, febrero de 2015
El autor
M. G. Enamorado.-