Conciencia tranquila y sana ...

Conciencia tranquila y sana
es el tesoro que quiero;
nada pido y nada espero
para el día de mañana.
Ni voy de la gloria en pos,
ni torpe ambición me afana;
Y al nacer cada mañana,
tan sólo le pido a Dios
casa limpia en que albergar,
pan tierno para comer,
un libro para leer
y un Cristo para rezar;
que el que se esfuerza y agita nada encuentra que le llene,
y el que menos necesita
tiene más que el que más tiene. Amén
José María Pemán.