Un poema romance, de mis primera épocas de aprendiz. Son versos octosílabos, rimando en asonante los versos pares, AA.
EL DÍA DE MI NOCHE
Aquel día de mi noche
apenas llegaba el alba
cuando, casi sin querer,
surgió un nudo en mi garganta,
ante mis ojos incrédulos,
con negra tinta las cartas
a otra mujer dirigidas,
hirieron de muerte mi alma.
¡Que falsos fueron tus besos
que mentiras tus palabras!
¿Cómo pudiste fingir
amor en las madrugadas?
¡esas noches de caricias
envueltos entre las sábanas
donde los dos fuimos uno
cuando el fuego calentaba!
¡Que pena, mi amor, que pena,
como hundiste nuestra barca!
ni tan siquiera los niños
pusieron freno a tus ganas
de gozar otras mujeres,
de nadar en otras aguas
de vivir entre tinieblas
de esas que duelen por falsas.
Hoy queda ya todo lejos,
si mi corazón te llama
leo y leo tus escritos
y mi corazón se calla,
aunque mis ojos derramen
lágrimas que pronto acaban
al ver que tus falsedades
mataron nuestro mañana.
EL DÍA DE MI NOCHE
Aquel día de mi noche
apenas llegaba el alba
cuando, casi sin querer,
surgió un nudo en mi garganta,
ante mis ojos incrédulos,
con negra tinta las cartas
a otra mujer dirigidas,
hirieron de muerte mi alma.
¡Que falsos fueron tus besos
que mentiras tus palabras!
¿Cómo pudiste fingir
amor en las madrugadas?
¡esas noches de caricias
envueltos entre las sábanas
donde los dos fuimos uno
cuando el fuego calentaba!
¡Que pena, mi amor, que pena,
como hundiste nuestra barca!
ni tan siquiera los niños
pusieron freno a tus ganas
de gozar otras mujeres,
de nadar en otras aguas
de vivir entre tinieblas
de esas que duelen por falsas.
Hoy queda ya todo lejos,
si mi corazón te llama
leo y leo tus escritos
y mi corazón se calla,
aunque mis ojos derramen
lágrimas que pronto acaban
al ver que tus falsedades
mataron nuestro mañana.