Cierto galán a quien París aclama,...

Cierto galán a quien París aclama,
petimetre del gusto más extraño,
que cuarenta vestidos muda al año
y el oro y plata sin temor derrama,

celebrando los días de su dama,
unas hebillas estrenó de estaño,
sólo para probar con este engaño
lo seguro que estaba de su fama.

« ¡Bella plata! ¡Qué brillo tan hermoso!»,
dijo la dama, « ¡viva el gusto y numen
del petimetre en todo primoroso!»

Y ahora digo yo: «Llene un volumen
de disparates un autor famoso,
y si no le alabaren, que me desplumen.

IRIARTE.