Ningún particular debe ofenderse de lo que se dice...

Ningún particular debe ofenderse de lo que se dice en común

Allá en tiempo de entonces,
Y en tierras mui remotas,
Quando hablaban los Brutos
Su cierta gerigonza,
Notó el sabio Elefante
Que entre ellos era moda
Incurrir en abusos
Dignos de gran reforma.
Afeárselos quiere;
Y a este fin los convoca.
Hace una reverencia
A todos con la trompa;
Y empieza á persuadirlos
En una arenga docta
Que para aquel intento
Estudió de memoria.
Abominando estuvo
Por mas de un quarto de hora
Mil ridículas faltas,
Mil costumbres viciosas:
La nociva pereza
...

Prólogo fábula primera.

IRIARTE.