Buenas tardes Carmen, Literatura

Buenas tardes Carmen.
Me alegra mucho que te gusten mis relatos.

Mi pasión por los churros data de hace muchos años, que aunque trabajaba en una churrería desde los nueve años, los sacaba de la sartén y los despachaba calentitos, casi quemándome las manos al ensartarlos o pinchar las porras en los juncos; los he repartido con una cesta colgada a cada brazo en verano y asándome de calor más que junto al fogón, como con una cesta en un brazo en invierno y pasando más frío que un beduino en la Antártida, con un ventilador en el culo y en calzoncillos (espero no escandalizarte por esto), me siguen gustando. Y no los como más a menudo por lo que tú dices, pero de vez en cuando me doy un homenaje y me acerco al bar del pueblo, que dicho sea de paso es el único que los hace en unos cuantos kilómetros a la redonda. Incluso los hace los lunes, que era "el día de los churreros" y se libraba, pues hasta los domingos, y "fiestas de guardar", se trabajaba; él abre el lunes por la mañana y después de los desayunos cierra, hasta el martes que vuelve a lo mismo.

Por lo de la miel, no te preocupes que si me dan "gato por liebre" les canto la gallina en cuanto noto que no es buena, y antes de comprarla, cuando lo hago fuera del pueblo, les advierto que no me engañen pues al vivir en la zona soy capaz de volver por allí y montarles la marimorena.

De fruta también como bastante, siendo una de mis frutas preferidas las ciruelas, ya sean claudias, "nerónicas" o "calígulas" (es broma, que esto me lo he inventado ahora mismo), pues desde pequeño me he subido al ciruelo (y nunca me he caído de uno, ni de un guindo) a cogerlas. También los he tenido en una parcela que tenía en Cazalegas y en el jardín de mi casa. Además, que son buenas para ir suave del intestino (por no decir al vater, pero es que así no queda tan fino).

Sobre lo del dicho popular, quizás sea como tú dices, pues yo era la primera vez que lo oía y como no tenía papel y lápiz para apuntarlo en ese momento, que lo hice al entrar en el coche, que lo tenía aparcado en la puerta, lo mismo cambién el orden de las palabras. Aunque viene a decir (casi) lo mismo, y como el orden de los factores no altera el producto, para mí venía a ser lo mismo una cosa que otra. Aunque analizando el enunciado, si cambiamos una definición por otra sí cambia el meollo de la cuestión.

Saludos, y ya por la hora que corre, es menester desearte buen miércoles, porque para lo que queda de día, pienso que ya te lo habrás programado para pasarlo felizmente.