Estimados lectores, Madrid ha sido así....

Estimados lectores, Madrid ha sido así.

PASEANDO POR MADRID

En tu juvenil sentido,
oíste una voz que decía,
vente a Madrid niña mía
y admira sus monumentos.

Y tu lozana frescura,
puso al viento por bandera,
dando rienda a las quimeras
sintiendo Madrid por dentro.

En la parada de Atocha
yergue la vista anclada,
y descubre la grandeza
de una cuadriga enarbolada.

Distraída y paseando,
los pies la llevan al rastro.

Allí se encuentra Cascorro,
que es la estatua postinera
de Eloy, aquel valiente soldado.

Y marca el paso la chicuela
con estilo de Madrid,
como flor de primavera
y con esencia de jazmín.

Y resuelta por las calles
con su encanto juvenil,
camina por las historias
de gigantes de postín.

Llegó a la puerta Del Sol.
Con el oso, el madroño y su reloj.

Y en la plaza de Cibeles.
La Diosa va y la detiene.

¡Qué grato la estatua inerte!,
cuando la mira despacio,
influjo que le arremete
para seguirla admirando.

Y mirándole a los ojos
enseña su brazo herido,
como queriendo decir
que la mano le han partido
la batida juvenil.

Y la puerta de Alcalá
abre su puerta central,
para invitar a las gentes
la entrada a la Capital.

Que como siempre es sabido
lo grandioso fue escogido,
que escultores de alto rango
la encumbraron al encanto.

Y la chulapa valiente
sigilosa e impaciente,
pasea por los ambientes
con emblemas de postín.

No luce bordada mantilla,
pero es guapa la chiquilla,
como una joya que brilla
con destellos de rubí.

Y hacia el Prado se dirige
admirar las maravillas,
del arte que encierra la villa
como es la ciudad de Madrid.

Ahora es así.

SI TÚ QUIERES ¿POR QUÉ NO?

El incesante rumor matutino me alerta.
Y el inconfundible aroma del café me despeja.

Corro a la calle, despacio, pues el quehacer apremia.
Al salir del portal, un remolino de hojas me inquina.

- ¡Buenos días me saluda!
- ¡Buenos días le contesto!
Si no fuera por el cochambre
que adorna todo el trayecto.

- ¿Cochambre dice?
Meadas y cagadas
de tanto sabueso suelto.

En los portales de mi calle,
las jambas hierven por dentro,
porque el ácido de la orina,
las quema como sarmientos.

Las tienen como retretes,
los perros con todo empeño,
marcando su territorio
como en tierra de desecho.

Sus dueños no los educan
en su debido momento,
y pasivos se recrean
sin limpiar al excremento.

-Cada diez pasos que avanzo,
una caca en el zapato -le contesto.

-Si es así; sin excusa ni razón,
¡el precio! Por la sazón,
¡limpiar las calles un rato!

Saludos

Estrella