2ª Parte...

2ª Parte
FRACASO DE LA CONVIVENCIA NACIONAL Y BALCANIZACION DEL ESTADO
La democracia no implica un continuo disenso entre las diversas facciones que la forman sino formas diferentes de enfocar la solución de los temas pero sobre todo, en temas muy generales debe existir un consenso teniendo en cuenta siempre lo expresado en las disquisiciones filosóficas del Medioevo por Santo Tomás de Aquino de “alcanzar el bien común”.
Temas testimoniados de “éste generalizado falta de consenso” durante el desarrollo de la vida política en este periodo actual han sido por ejemplo, el trasvase Tajo- Segura en la Comunidad de Castilla La Mancha, privando de un bien común, el agua a los regantes valencianos y murcianos; el fracasado trasvase del Ebro, organizando unos y otros masivas manifestaciones con acritud y rencor de unas Comunidades contra otras; la legalización de los matrimonios homosexuales; la adopción de menores por homosexuales; el futuro proyecto de aborto libre y gratuito para menores de 16 años, tan cacareado por la ministra de Igualdad; la violencia de genero contra la mujer y legalización de la futura eutanasia, así como en la guerra de idiomas en Vasconia, Cataluña, Galicia, haciendose extensiva a Valencia y Baleares.
Estos hechos demuestran un fracaso absoluto de la vida política nacional y en otros temas como los viles asesinatos de Mariluz en Huelva y de Sandra Palo en Madrid, el de Marta del Castillo en Sevilla, demuestra el Gobierno una falta absoluta de sensibilidad social haciendo caso omiso a la voz del pueblo, que mayoritariamente plantea un referéndum sobre la cadena perpetua.
Nos confundamos y comprobemos que la clase política no esta al servicio del pueblo y si a sus intereses y al cumplimiento de sus pactos secretos, porque si no es asi, no es posible pensar que sea tan lerda.
Respecto al debate de la cadena perpetua, legalizada en todo los países de nuestro entorno Francia, Inglaterra, Alemania e Italia etc., no es posible pensar tanta tibieza en nuestra clase política en su incorporación a nuestro sistema penal pues si se plantea el referéndum ante el pueblo y supuestamente por mayoría absoluta se aprueba como se va aplicar a los delitos anteriormente mencionados y se va a excluir a otros delitos mas graves como son las actuaciones de la banda asesina ETA que lleva sembrando el dolor y la muerte a la sociedad española durante cuatro décadas y disfruta de un sistema penitenciario privilegiado, quizás establecido por algún presunto pacto secreto entre nuestros dirigentes políticos y la citada organización.
Que no olviden nuestra clase política, que ellos son nuestros representantes y que su mandato pueda revocarse en el futuro, con un cambio de actitud del pueblo hacia ellos mostrando su desinterés con la no participación en procesos electorales, llevando al traste a este sistema político inoperativo e ineficaz y volviendo la mirada a otros sistemas que con responsabilidad en sus decisiones garanticen mayor equilibrio y justicia.
A su vez asistimos a una corrupción generalizada de la vida política, independiente del color de identificación y una inoperatividad de la justicia, totalmente politizada y sin ninguna credibilidad ante el pueblo, expresado por las críticas generalizadas de los ciudadanos y satirizadas hasta en las murgas de Carnaval en Cádiz.
Otro fenómeno imperante en la sociedad española, es la falta absoluta de conciencia nacional, definida como un sentimiento colectivo, de índole espiritual, en el que participa, generalmente todo el pueblo, capaz de realizar algo, sea empresa o destino común juntos.
La identidad nacional es un término actualmente utilizado para identificar confusamente a la conciencia nacional, por ambiciosos políticos y charlatanes que su único objetivo es medrar en una sociedad, a veces sin opinión sobre tema pues tiene pendiente de resolver, día a día, sus problemas cotidianos de su subsistencia, ajena a ideales sublimes de naturaleza política.
Si interpolamos estos conceptos a la realidad política de la España del siglo XXI, podemos deducir a la vista de una ausencia total de conciencia nacional, generalizada en la mayor parte de la sociedad española y una emergente y supuesta identidad nacional en ciertos territorios que integran el Estado español.
Es imprescindible y necesario que los partidos políticos nacionales abandonen sus corrientes nacionalistas y se impregnen de esa conciencia nacional ausente, en su dialéctica y principios políticos, para que los trasladen a sus bases populares y la hagan participe de la razón y la existencia del pueblo español. La actitud de los partidos nacionales del establecimiento de los pactos post-electorales con opciones independentistas, dan al traste a esta conciencia nacional y demuestran su ceguera política para la existencia de España presente y futura.
Todo este panorama, es simplemente un fracaso absoluto de la convivencia política y si presenciamos en televisión a nuestros políticos que detentan un estatus privilegiado con sus comparecencias en las Cámaras legislativas, a veces ausentes y otras en situación embarazosa, semidurmiendo en su propios escaños, podremos entender el furor del pueblo llano que sabiamente les deslegitima de su representación.
Si no se acallan las pretensiones egoístas de los falsos políticos, con orejeras que sólo ven a su alrededor sus propias ambiciones para su Comunidad ignorando la existencia de otras dependiente del Estado y que inmoralmente otorgan su apoyo político en función del botín que vulgarmente “pillan o no” para el uso exclusivo de su región, iremos a un individualismo y a una falta de sensibilidad social alarmante, que puede ser el foco inminente de extinción de la convivencia nacional.
Un tema muy importante es la moralización de la clase política, que no hay que confundirlo con la moral cristiana. La moral natural es un conjunto de reglas de acción, derivados de naturaleza del hombre. Si la naturaleza impone comer y beber, habrá una regla para comer y beber; si la naturaleza impone al hombre reflexionar, existirá una regla moral de reflexión. Esta moral natural es imprescindible para clase política que está destinada a gobernar una sociedad humana cuyo fin es ordenar la vida social, basada en unos principios morales inalienables con la naturaleza humana.
Cuando el régimen nazi estableció la persecución política por motivos étnicos contra los judíos, se condenó históricamente puesto que la xenofobia y el odio racial, va contra los principios de la ley natural.
Actualmente en nuestra sociedad, la decisión del actual Gobierno al hecho del reconocimiento del matrimonio homosexual ha sido equivocada, aunque esté fundamentado por motivos electorales, pues la legalización del matrimonio es un hecho contra la moral natural. Es una aberración definir con el termino de “matrimonio” para el colectivo homosexual y si el de adoptar otro termino como “unión” porqué la heterogeneidad es el hecho natural de la vida entre humanos. Si se analiza la vida animal, no existe tal fenómeno, porque jamás hemos contemplado a nuestros animales domésticos, aparearse animales del mismo sexo.
Es totalmente necesario reconducir la vida política inmediatamente, para evitar la catástrofe nacional en referencia a la balcanización del Estado.
Para ello es necesario hacer cambios y sobre todo que los partidos políticos, incorporen la conciencia nacional a sus miembros, porque la principal causa de esta crisis de convivencia esta en la ausencia de la conciencia nacional en la sociedad española.
Si no se acometen en el futuro estos cambios, que ya han sido mencionadas anteriormente, España se desintegrara definitivamente en múltiples territorios independientes y como predecía el filósofo romano Polibio, esa falta de unidad, avivara el odio de estos minúsculos Estados y unos contra otros originaran episodios de guerras intestinas, cuestion ya probada en la proclamacion de la 1ªRepublica española y las consecuencias sera la futura presencia de tropas de la ONU, para garantizar el orden y la paz en nuestro suelo hispánico.
Julio Reyes Rubio