Ay ay ay Rajoy cada día perdemos más fuelle....

Ay ay ay Rajoy cada día perdemos más fuelle.

la reforma de la Eurozona

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy

Publica un documento con su visión de las medidas necesarias más modesto que los anteriores, renunciando a lo que siempre ha defendido Rajoy
PABLO R. SUANZES | BRUSELAS
23/04/2018 16:09

"La posición española es bien conocida. Mi Gobierno siempre ha defendido construir en el largo plazo una Unión Fiscal en Europa, con un mecanismo de absorción de crisis, un presupuesto común para la Eurozona, una autoridad única, lo que se ha llamado un ministro del euro y eurobonos. No podemos quedarnos en ningún caso a medio camino". El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy ha defendido los últimos dos años de forma muy clara sus preferencias en el debate abierto y ambicioso sobre el futuro del euro. Elementos muy concretos, poco alineados a las posiciones de los halcones alemanes, holandeses o finlandeses, pero imprescindibles a su juicio a medio plazo. Sin embargo, las conversaciones para una reforma de la Eurozona están estancadas y enquistadas. Había grandes esperanzas, grandes promesas en un paso adelante en junio, pero el pesimismo vestido de realismo se ha acabado imponiendo. Berlín y París no encuentran la sintonía y los más partidarios del cambio, entre ellos España, empiezan a resignarse e incluso recular. Al menos a corto plazo.

Este lunes, el ministerio de Economía ha hecho pública su contribución al debate. Después de los papes de la Comisión Europea, de Alemania, de Francia o de Italia. Ni rastro del documento agresivo y visionario que en 2015 elaboró la oficina económica de Presidencia con Álvaro Nadal. Ni rastro de Eurobonos, de cifras concretas para los fondos anticrisis que tanto pide España. Sin fechas para algunas de las reformas más necesarias. El Gobierno deja el idealismo y opta por un enfoque muy pragmático, apostando más por el procedimiento y los métodos que por el contenido. Por ceñirse únicamente a lo hablado en la Cumbre del Euro del pasado diciembre sobre qué es factible de aquí a verano, sin renunciar a todo lo demás, cuando el clima político sea más propicio.
El Gobierno cree que hay que cambiar la forma de trabajar y dejar para más adelante los proyectos estrella, porque hay peligro serio de que no se haga nada. "A corto plazo, la principal prioridad debería ser el fortalecimiento de la integración financiera para evitar nuevos episodios de fragmentación en este ámbito. A este respecto, la Unión Bancaria y la Unión de Mercadosde Capitales son esenciales para gestionar y absorber perturbaciones en el ector privado", dice el documento de nueve páginas. Para Madrid no es un giro, no es un cambio, es una respuesta absolutamente coherente con las líneas precedentes. Y formalmente es así, pero se aprecia un tono diferente, lleno de referencias a reformas estructurales, en una terminología y un esquema y proceder muy próximo a lo que Berlín siempre ha querido.

"Hay que constatar la parálisis. Tenemos que centrarnos en los estadios intermedios para quemar etapas. Abogamos por un cambio de enfoque procedimental para desatascar una situación muy atascada", explican fuentes del ministerio de Economía. El departamento de Román Escolano, recién llegado, trata de relativizar el documento. "Aquí no está todo ni todo está aquí, habrá otros debates y otros ámbitos", apuntan, pero dejar de lado la pelea por los Eurobonos o un Tesoro de la Eurozona cuando los más duros están haciendo todo lo posible por frenar la ambición reformista de Emmanuel Macron es una decisión política. "No hay referencia a los eurobonos. La Unión Bancaria es la principal prioridad, el resto son elemento en el tiempo. Los eurobonos no son estrictamente... no es que no sean buenos pero no son estrictamente necesarios para garantiza el respaldo fiscal a la Unión Bancaria, que es la principal prioridad. El Mede ya hace emisiones mancomunadas, ya tenemos", dicen fuentes españolas, rebajando el tono notablemente, pero apuntando a que no se hace ni mucho menos un discurso contrario a lo dicho por el presidente hasta la fecha.
Escolano, buen conocedor de cómo funcionan las instituciones europeas, incluye en el papel alguna idea hasta ahora más limitada al mundo académico o la burbuja comunitaria. Por ejemplo usar al Banco Europeo de inversiones, de donde procede él mismo, con un mecanismo estabilizador para hacer frente a los shocks asimétricos cuando se produzcan. Quiere que a nivel técnico, de propuestas. "el respaldo fiscal no sea sólo para el fondo de resolución bancaria, que es lo que está en la discusión ahora mismo, sino que se amplíe a la garantía de depósitos", el pilar que falta en la Unión Bancaria. "No está en las propuestas francesa o italiana el tratamiento de Eurozona como jurisdicción única", insisten las mismas fuentes.

Hay muy poco del espíritu del 'paper' de 2015 y de las ideas ambiciosas, como la de retocar incluso el mando del Banco Central Europeo para igualarlo o al menor acercarlo al de la Reserva Federal de EEUU, para que además de la inflación se busque acción directa sobre el empleo.
Junio sigue siendo la fecha clave. De esa cumbre de jefes de Estado y de Gobierno tiene que salir algo, porque todo 2017 fue un impasse por razones electorales y toca mover ficha. La próxima crisis puede estar a la vuelta de la esquina y la arquitectura institucional no está preparada. Se ha actualizado, se han hecho mejoras, pero deprisa y apremiados por la recesión y los rescates. Ahora es el momento de sentar unas nuevas bases, y una vez más vuelven a surgir las divisiones, las dudas.
Hay cierto consenso en transformar el Mede, el mecanismo europeo de rescates, en algo parecido a un FMI a la europea. Algnos países, entre ellos el nuestro, quieren que sirva también como mecanismo de emergencia en caso de problemas bancarios, pero ahí no hay mayoría.
El resto está todo abierto. Los halcones no quieren mutualizar hasta que antes se hayan reducido notablemente los riesgos, tanto fiscales como en la calidad de los activos de las entidades financieras del sur. No quieren grandes aportaciones para fondos, ni que los contribuyentes carguen con más rescates. No quieren más integración económica incondicional. Ni ven con buenos ojos las propuestas de cambios sobre las cuentas que en Madrid o Roma piden.
Por ello Escolano y su equipo proponen un paso intermedio, meter "dos velocidades" también al Fondo Europeo de Garantía de Depósitos, haciendo que se puede avanzar y meter dentro del saco a quienes ya hayan hecho los saneamientos, y que el resto se una más tarde si quiere o puede. El EDIS (su nombre en inglés), está frenando desde 2015, cuando la Comisión Europea lo puso sobre la mesa. Y hasta ahora no ha habido forma de vencer el escepticismo germano. No hay un calendario que apremie, ni a los unos para avanzar ni a los otros para limpiar balances, así que Madrid quiere un desbloqueo pragmático. "Por lo tanto, para junio, la Cumbre del Euro debería poporcionar un mandato claro para establecer una fecha concreta y final para la entrada en vigor de un Sistema Europeo de Garantía de Depósitos completo, plenamente mutualizado y con un mecanismo de respaldo común", explica la propuesta."Durante el período transitorio, debería aplicarse sin dilación la primera fase de reaseguro, que no implica compartir riesgos. Podrían establecerse hitos para hacer frente a los legados permitiendo a los sistemas financieros nacionales aumentar gradualmente la mutualización de riesgos, hasta que se aplique un EDIS completo, y no más tarde de la fecha que se acuerde en la Cumbre del Euro".

Saludos.