AQUEL MESÓN DEL GARNACHO DE HORTALEZA
Aquel mesón con historia
no quedó para el olvido,
tuvo su tiempo de gloria
más se anuló deprimido.
Mesón que marca distancia
entre la gente del pueblo,
su signo tuvo elegancia
que parece ser un sueño.
Hortaleza de garnacho
con su vino placentero,
yo tan solo era un muchacho
que supe de su letrero.
Los recuerdos siguen vivos
aunque muchos ya murieron,
hoy quedan los adjetivos
que a veces se los pusieron.
Mesón que marcó distancia
en aquellos pueblos viejos,
la vida no es arrogancia
ni un camino de complejos.
En La plaza de Hortaleza
hubo toros y toreros,
el mesón fue fortaleza
de sueños aventureros.
Quieren recordar su nombre
en lo que ayer fue viñedos,
puede que tenga renombre
a la vez de tener credos.
Dicen que se rompen vallas,
Madrid se sigue extendiendo,
sin poner nunca murallas,
aun barrio que va creciendo.
Hoy que ya no quedan viñas,
solo el asfalto y cemento,
quizá las verdes campiñas
las borro cualquier invento.
G X Cantalapiedra.
Aquel mesón con historia
no quedó para el olvido,
tuvo su tiempo de gloria
más se anuló deprimido.
Mesón que marca distancia
entre la gente del pueblo,
su signo tuvo elegancia
que parece ser un sueño.
Hortaleza de garnacho
con su vino placentero,
yo tan solo era un muchacho
que supe de su letrero.
Los recuerdos siguen vivos
aunque muchos ya murieron,
hoy quedan los adjetivos
que a veces se los pusieron.
Mesón que marcó distancia
en aquellos pueblos viejos,
la vida no es arrogancia
ni un camino de complejos.
En La plaza de Hortaleza
hubo toros y toreros,
el mesón fue fortaleza
de sueños aventureros.
Quieren recordar su nombre
en lo que ayer fue viñedos,
puede que tenga renombre
a la vez de tener credos.
Dicen que se rompen vallas,
Madrid se sigue extendiendo,
sin poner nunca murallas,
aun barrio que va creciendo.
Hoy que ya no quedan viñas,
solo el asfalto y cemento,
quizá las verdes campiñas
las borro cualquier invento.
G X Cantalapiedra.