LA PANDEMIA NO SE MARCHA DE MADRID
Vamos andando en Madrid y comprendiendo los fallos, esta peste es muy feliz viendo los amargos tragos. No respetamos las normas, ni tampoco las distancias, queremos ponerle comas a muchas extravagancias. Sin mascarillas ni guantes vemos personas andando, que en muchos de los instantes te quisieran ir pisando. Acompañando a sus perros sin mascarillas paseando, que ocuparan las aceras, mientras presumen andando. Hay muchas gentes normales que sí que se van cuidando, no quieren casos fatales de poderse ir contagiando. Hay momentos en las calles que sientes tanto peligro, que tiemblan ciertos detalles de que el virus pegue el giro. Hoy día de San Isidro con recuerdos especiales, vemos el tiempo perdido en discusiones fatales. Madrid precisa remedios para anular esta peste. Sin que comenten los medios que es muy malo tal ambiente. Esta peste maldecida, que va dejando sus muertos, no se quedará dormida y dejará malos vientos. Si no tomamos conciencia de lo que nos va llegando, no podrá quizá la ciencia un remedio para ir andando. Mascarillas desde casa, para que sirvan de freno, el virus llega y traspasa como el más mortal veneno. Que nadie se sienta libre ni cante su destrucción, sobre papeles se escribe su penosa maldición. Vamos soñando su marcha, más el virus se hace fuerte, al humano que le engancha es de tener mala suerte. A San Isidro rogando para que influya en la peste, mucha gente ira rezando para que nada nos reste. Hay que guardar ciertas normas, para acabar con la peste, guardando cierta distancia aunque exista mucho ambiente. El presente viene oscuro si no ponemos las bases, este virus es tan duro que nunca supo de clases. Nadie se siente elegido en estos tristes momentos, cualquier humano sentido conoce los sufrimientos. Pongamos las soluciones respetando los inventos, no sirven las conclusiones de los malos pensamientos. Madrid con lluvia gozosa para sus agricultores, esta ciudad tan hermosa no quiere virus traidores. G X Cantalapiedra.
15 – 5 – 2020.
Vamos andando en Madrid y comprendiendo los fallos, esta peste es muy feliz viendo los amargos tragos. No respetamos las normas, ni tampoco las distancias, queremos ponerle comas a muchas extravagancias. Sin mascarillas ni guantes vemos personas andando, que en muchos de los instantes te quisieran ir pisando. Acompañando a sus perros sin mascarillas paseando, que ocuparan las aceras, mientras presumen andando. Hay muchas gentes normales que sí que se van cuidando, no quieren casos fatales de poderse ir contagiando. Hay momentos en las calles que sientes tanto peligro, que tiemblan ciertos detalles de que el virus pegue el giro. Hoy día de San Isidro con recuerdos especiales, vemos el tiempo perdido en discusiones fatales. Madrid precisa remedios para anular esta peste. Sin que comenten los medios que es muy malo tal ambiente. Esta peste maldecida, que va dejando sus muertos, no se quedará dormida y dejará malos vientos. Si no tomamos conciencia de lo que nos va llegando, no podrá quizá la ciencia un remedio para ir andando. Mascarillas desde casa, para que sirvan de freno, el virus llega y traspasa como el más mortal veneno. Que nadie se sienta libre ni cante su destrucción, sobre papeles se escribe su penosa maldición. Vamos soñando su marcha, más el virus se hace fuerte, al humano que le engancha es de tener mala suerte. A San Isidro rogando para que influya en la peste, mucha gente ira rezando para que nada nos reste. Hay que guardar ciertas normas, para acabar con la peste, guardando cierta distancia aunque exista mucho ambiente. El presente viene oscuro si no ponemos las bases, este virus es tan duro que nunca supo de clases. Nadie se siente elegido en estos tristes momentos, cualquier humano sentido conoce los sufrimientos. Pongamos las soluciones respetando los inventos, no sirven las conclusiones de los malos pensamientos. Madrid con lluvia gozosa para sus agricultores, esta ciudad tan hermosa no quiere virus traidores. G X Cantalapiedra.
15 – 5 – 2020.