MADRID CON MUCHOS PROBLEMAS
Muchas calles deprimidas con sus suelos muy nevados, ven sus jornadas perdidas entre ratos mal llevados. Las esperanzas se agitan, los barrios siguen clamando, muchas personas nos gritan que a donde vamos llegando. Esta mañana escuchaba, “De Madrid al alto cielo, No ahora solo se dice Madrid se va helando el suelo”, y un hombre la contestaba, si pero sin consuelo. Estos días azarosos con senderos entre hielos, nunca pueden ser dichosos aunque miremos al cielo. Algunas calzadas blancas, las aceras ven invierno, entre trancas y barrancas el frío se ha vuelto eterno. Entre las ramas partidas y los suelos con los hielos, Madrid ve sendas perdidas donde no se ven consuelos. Se lamentan los ancianos, incluso los enfermeros, que siguen viendo las manos de caídas de este invierno. Madrid se va despertando, pero el frío es traicionero, la nieve sigue alterando el caminar del obrero. Gestos que rompen delicias. Naturaleza sin frenos, no se ven esas caricias de otros queridos inviernos. Miramos muchos tejados con sus blancos de misterio, hay lugares encantados que alegran su rumbo serio. Hospitales de pandemia que dicen que va creciendo, esta terrible tragedia nos quiere seguir hiriendo. Estas las brisas heladas al hablarnos de este enero, muchas calles angustiadas tienen que usar el brasero. Madrid lo vive notando, me lo dijo un mensajero, la nieve sigue acotando mucho destino de obrero. Estamos todos luchando contra los fríos de enero, la nieve vino dejando su sentimiento agorero. Tardaremos ciertos días para salir de este invierno, con esas mañanas frías que tienen el hielo eterno. Madrid se ve desbordado, muchos pasos son inciertos, sin querer verte dañado vives los tiempos molestos. Cuando se sueña esperanza con estos fríos intensos, nadie quiere hacer balanza ni poner los nervios tensos. G X Cantalapiedra. 14 - 1 – 2021.
Muchas calles deprimidas con sus suelos muy nevados, ven sus jornadas perdidas entre ratos mal llevados. Las esperanzas se agitan, los barrios siguen clamando, muchas personas nos gritan que a donde vamos llegando. Esta mañana escuchaba, “De Madrid al alto cielo, No ahora solo se dice Madrid se va helando el suelo”, y un hombre la contestaba, si pero sin consuelo. Estos días azarosos con senderos entre hielos, nunca pueden ser dichosos aunque miremos al cielo. Algunas calzadas blancas, las aceras ven invierno, entre trancas y barrancas el frío se ha vuelto eterno. Entre las ramas partidas y los suelos con los hielos, Madrid ve sendas perdidas donde no se ven consuelos. Se lamentan los ancianos, incluso los enfermeros, que siguen viendo las manos de caídas de este invierno. Madrid se va despertando, pero el frío es traicionero, la nieve sigue alterando el caminar del obrero. Gestos que rompen delicias. Naturaleza sin frenos, no se ven esas caricias de otros queridos inviernos. Miramos muchos tejados con sus blancos de misterio, hay lugares encantados que alegran su rumbo serio. Hospitales de pandemia que dicen que va creciendo, esta terrible tragedia nos quiere seguir hiriendo. Estas las brisas heladas al hablarnos de este enero, muchas calles angustiadas tienen que usar el brasero. Madrid lo vive notando, me lo dijo un mensajero, la nieve sigue acotando mucho destino de obrero. Estamos todos luchando contra los fríos de enero, la nieve vino dejando su sentimiento agorero. Tardaremos ciertos días para salir de este invierno, con esas mañanas frías que tienen el hielo eterno. Madrid se ve desbordado, muchos pasos son inciertos, sin querer verte dañado vives los tiempos molestos. Cuando se sueña esperanza con estos fríos intensos, nadie quiere hacer balanza ni poner los nervios tensos. G X Cantalapiedra. 14 - 1 – 2021.