Baya con quien me comparas con la excelentísima SªManuela Carmena de profesión Jueza y de oficio alcaldesa de Madrid Capital de España. Ya quisieras TU tener la sabiduría de esta señora yo no me halagues ni mucho menos, pero lo suficiente para darte algunas vueltas en sensibilidad, generosidad, responsabilidad, porque tu eres insensible a lo humano, en lo que escribes se nota, por favor quita el pecho, es lo mas sensible de las mujeres, no te rias por favor, pon lo mas sensible tuyo, ahora te toca a ti.
No Elo, la señora Carmena ya no es jueza, ya es una persona jubilada, que en mi opinión ha sido utilizada por Podemos como "cebo" para la captación del voto, es decir como una testaferro, como este partido hizo con el señor Villarejo que no llego a ocupar su cargo como eurodiputado; el motivo probablemente es que cuando sea oportuno, más pronto que tarde, por un motivo u otro, ella abandone la alcaldía pasará a ocuparla alguno de los siguientes en la lista más afín a Podemos.
Esta señora a la que tratas de excelentísima y que ella es enemiga de tales tratamientos hasta el punto que ha sugerido que todo el funcionariado del ayuntamiento usen solamente el usted ha sido una jueza atípica, según reconocen los que eran sus compañeros. perfecta para obras sociales, para una ONG e incluso para la institución como el Defensor del Pueblo, pero "nefasto" para un consistorio que cuenta con un presupuesto de más de 4.000 millones de euros. La aprecian y consideran una persona honrada, pero con la misma sinceridad reconocen que "no va a saber gestionarlo". "Es un peligro porque vive en un mundo utópico en el que ella es juez, parte y legislador. Es ella la que decide lo que está bien y lo que está mal", dicen.
Recuerdan la época en la que fue juez decana de Madrid, en la década de los noventa, cuando dio a distintas asociaciones centenares de pantalones vaqueros que habían sido requisados como piezas de convicción por su supuesta venta ilegal. "Los empresarios fueron absueltos y no se les pudieron devolver las prendas", recuerdan quienes vivieron este episodio, "así que reclamaron una indemnización al Estado de seis millones de pesetas (36.000 euros).
Pero sin duda es su paso por los juzgados de Vigilancia Penitenciaria el que ha dejado más huella. Nada extraño si se tiene en cuenta que Carmena no es partidaria de que haya tantos presos en las cárceles.
En febrero de 1990 rechazó la alimentación forzosa de presos de los Grapo que llevaban a cabo una huelga de hambre parta forzar a su reagrupación. La Audiencia Nacional desautorizó a la juez, tras el correspondiente recurso de la Fiscalía, y avaló el criterio de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias que defendía como prioridad velar por la vida de los reclusos.
En diciembre de 1992 la juez Carmena acordó la libertad condicional del etarra Manuel Azkárate por padecer una enfermedad esofágica que ya sufría cuando cometía atentados. Semanas después el terrorista comparecía en una rueda de prensa para proclamar que no se arrepentía de sus crímenes. Incluso reconoció que se le había ofrecido acogerse a las medidas de reinserción y que lo había rechazado.
saludos
Esta señora a la que tratas de excelentísima y que ella es enemiga de tales tratamientos hasta el punto que ha sugerido que todo el funcionariado del ayuntamiento usen solamente el usted ha sido una jueza atípica, según reconocen los que eran sus compañeros. perfecta para obras sociales, para una ONG e incluso para la institución como el Defensor del Pueblo, pero "nefasto" para un consistorio que cuenta con un presupuesto de más de 4.000 millones de euros. La aprecian y consideran una persona honrada, pero con la misma sinceridad reconocen que "no va a saber gestionarlo". "Es un peligro porque vive en un mundo utópico en el que ella es juez, parte y legislador. Es ella la que decide lo que está bien y lo que está mal", dicen.
Recuerdan la época en la que fue juez decana de Madrid, en la década de los noventa, cuando dio a distintas asociaciones centenares de pantalones vaqueros que habían sido requisados como piezas de convicción por su supuesta venta ilegal. "Los empresarios fueron absueltos y no se les pudieron devolver las prendas", recuerdan quienes vivieron este episodio, "así que reclamaron una indemnización al Estado de seis millones de pesetas (36.000 euros).
Pero sin duda es su paso por los juzgados de Vigilancia Penitenciaria el que ha dejado más huella. Nada extraño si se tiene en cuenta que Carmena no es partidaria de que haya tantos presos en las cárceles.
En febrero de 1990 rechazó la alimentación forzosa de presos de los Grapo que llevaban a cabo una huelga de hambre parta forzar a su reagrupación. La Audiencia Nacional desautorizó a la juez, tras el correspondiente recurso de la Fiscalía, y avaló el criterio de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias que defendía como prioridad velar por la vida de los reclusos.
En diciembre de 1992 la juez Carmena acordó la libertad condicional del etarra Manuel Azkárate por padecer una enfermedad esofágica que ya sufría cuando cometía atentados. Semanas después el terrorista comparecía en una rueda de prensa para proclamar que no se arrepentía de sus crímenes. Incluso reconoció que se le había ofrecido acogerse a las medidas de reinserción y que lo había rechazado.
saludos