Se me ocurre un símil que podría aclarar algunos puntos...

Se me ocurre un símil que podría aclarar algunos puntos de vista sobre la decisión a adoptar ante unas elecciones.

Podríamos concebir la participación electoral como la ASISTENCIA A UN RESTAURANTE en el que se nos ofrece un MENÚ con diversos platos para degustar.

Cada uno de estos "platos" son las distintas opciones electorales que se ofrecen a los comensales/electores.

Entre las posibilidades, existen algunas que se ofertan FUERA DEL PROPIO ESTABLECIMIENTO, las de aquellos partidos que aún no han conseguido REPRESENTACIÓN.

Entre los CLIENTES, existirán aquellos que entrarán gustosos al interior del establecimiento y saborearán su plato preferido elegido del MENÚ. Otros entrarán al establecimiento esperando encontrar el plato de su apetencia para saciar su hambre, PERO SE SALDRÁN DE ÉL pues la oferta disponible no es de su agrado; INCLUSO LOS HABRÁ que dejarán constancia de su RECHAZO formulando una petición de MÁS PLATOS PARA LA PRÓXIMA VISITA. Algunos otros, no contentos con el menú interior, fisgonearán por los PUESTOS DE COMIDAS DEL EXTERIOR y quizá encuentren algo para satisfacer SU PECULIAR PALADAR.

Por último, habrá otros que NI SIQUIERA ACUDAN AL RESTAURANTE porque no les agrade ni siquiera su ORGANIZACIÓN, NI LOS CAMAREROS, NI NADA DE NADA. Ciertamente, intentarán satisfacer su necesidad, pero... tendrán que afinar el ingenio.

Saludos, foreros. Yo soy de los que ni siguiera asomaré por la FIESTA. Me gusta más el aire que se respira fuera. No os dejéis comer el coco, a los que han montado el CHIRINGUITO les interesa que acudáis por allí, aunque sólo sea para mostraros su PALMITO.