En toda España existen alrededor de cuatro millones y medio de hectáreas de terrenos comunales que pertenecen a las juntas vecinales y están gestionados por pedáneos. Aquí, los vecinos explotan los recursos, como los montes o la caza, y los pedáneos los gestionan para el bien común. Pero este modelo de autogestión que ha pervivido a lo largo del tiempo a pesar de las desamortizaciones, ahora se ve seriamente amenazado afectando a millones de habitantes. Si no cumplen los requisitos de la Ley de Administración Local del ministro Montoro, las juntas vecinales desaparecerán y sus terrenos serán expropiados. No es un problema de gestión, ni de gasto excesivo, ni siquiera de rendir cuentas. La mayoría de las más de 3.700 juntas vecinales desconoce la nueva norma, que además es compleja y difícil de cumplir. Por eso creen que el objetivo real de la ley es una nueva desamortización sobre la que podría esconderse, según sospechan, cierto afán de privatización. En juego, insisten, está la supervivencia de estos pueblos, sus habitantes y sus recursos naturales.
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Estoy muy contenta esta primavera nos vamos a vivir al pueblo tiene la casa un jardin precioso y un porche al sur para poder disfrutar al aire libre.