Como siempre -El cabrero II- un placer conversar contigo......

Como siempre -El cabrero II- un placer conversar contigo...

Mi punto de partida, lo reconozco, es el de máxima exigencia en el tema que nos ocupa... Y es así debido a que en la persona de Dn. Juan Carlos I, concurren muchas particularidades "únicas" que -a su vez- nos trasladan a no tener ni deber considerar -a su excelsa persona- como, por ejemplo, se me podría (y se me puede) considerar a mí...

En mi caso (y creo que en el tuyo también) nuestros errores -en la vida- estoy seguro se nos han disculpado -casi- con el sólo gesto de mostrar deséos de no volverlos a repetir. Y es que -amigo- tu, al igual que un servidor; somos -poco más o menos (e igual que millones de nuestros compatriotas) anónimos seres que pasamos por la vida desde, por y para la más absoluta normalidad; icluida cierta inconsistencia individual, dimanante de nuestros actos. Unos actos que -convendrás- son trascendentes -casi en exclusiva- para nuestro más inmediato entorno y poco más...

No es el caso de nuestro Rey... ni mucho menos.

Y a partir de aquí -para no cansarte- omito razanar todos los "porqués" que -bajo mi punto de vista- yá he razonado con anterioridad...

Un cordial saludo