Y poder y mando, pero para mandar hay que ser coherente...

Juventud divino tesoro. Es el dicho popular. La verdad es que me identifico con esta máxima. Los años pasan... y pesan.

Hola Angel:
Y cada edad tiene su aquel y si no se acepta tal cual es, se acaba desbarrando.
No hay edad mala si se sabe llevar en condiciones.
saludos

¡Hola, Carmen García García! Buenos días.

Te has expresado muy bien. Es la realidad de la vida. Cada etapa de nuestra existencia pasa sin darnos cuenta. Sólamente con los recuerdos aceptamos el paso del tiempo. Y dices bien hay que saber autoestimarse y guerrear con nuestro sino, aceptarlo tal como viene, sólo así seremos o estaremos implicados en una leve felicidad, pero duradera en el tiempo.

Un saludo, Carmen.

Angel:

Y además hay que tener categoría para saber qué es lo bueno. Hay gente que por mucha riqueza que tenga, títulos nobiliarios, títulos académicos, que aunque estén podridos de dinero, resulta que son pobres pobrísimos porque sus placeres... no valen ni un pimiento. Y después de tener tanto, defraudan en todos los sentidos posibles. No es oro todo lo que reluce.

Estimada Carmen. Así son las cosas. Hay gente tan pobre, tan pobre, que lo único que tienen es dinero.
Un saludo.

Y poder y mando, pero para mandar hay que ser coherente y creer y demostrar lo que se predica; y si ellos no demuestran lo que deberían ser y no son, no es nuestra culpa. El movimiento se demuestra andando.
No se podría decir en otras épocas pero el estado constitucional obliga no solo a los ciudadanos sino a los que nos representan, y si lo hacen mal, estamos obligados a exponerlo que ciegos no somos y encima tenemos una lengua que nos permite hablar, exponer, razonar con el fin de mejorar y que no crean que somos sordos, mudos y lelos.
El régimen constitucional obliga a todos, desde la cúspide hasta la base. ¿Quien ha fallado, el gobernado o el gobernante?
Saludos cordiales Angel y feliz día