Vaya... Agustín... ¡Qué terrible su pensamiento!...

Vaya... Agustín... ¡Qué terrible su pensamiento!
Pero en fin, mi opinión es que sea de la manera que sea, la defensa de los derechos de expresión y opinión nadie los puede ni los debe cuestionar. Partiendo de esta base, lo que usted propone aquí arriba creo que es simplemente una cuestión de poder demostrar lo que dice.
Cada vez que usted u otro participante lo demuestre, queda claro que la otra parte estará equivocada.

Lógicamente antes hay que demostrarlo.

Un saludo